Relación tlaxcalteca-hidrocálida 
11 de mayo - 2014

gerardo_toros

Por Gerardo Orta

El serial taurino del barrio de San Marcos en el taurino estado de Aguascalientes, se ha posicionado como uno de los mejores de América, comparándolo tan solo con la Temporada Grande de la Plaza México.

El “sanmarqueño” atrae a aficionados de todo el mundo taurino, pues en sus carteles se incluye a figuras de aquí y allá que convierten las tardes de toros en auténtico lujo para los espectadores. El ganado bravo procede de las mejores dehesas, y más allá de los líos de pantalón largo, la feria de San Marcos es, sin duda, una de las más taurinas de América.

En Aguascalientes se percibe, se siente y se goza el sentido taurino de la ciudad, principalmente en el barrio de San Marcos, también en Triana, cuna de toreros.

La relación entre Tlaxcala y Aguascalientes quizás va más allá de la identidad nacional o diplomática entre ambas entidades. De manera textual, reproduzco parte de un escrito que se encuentra en el Jardín de San Marcos:

“En el año de gracia de 1594, la Real Audiencia de la Nueva Galicia dispuso que se admitieran en congregación a los habitantes de los pueblos circunvecinos que quisieran poblar la Villa de la Asunción de las Aguascalientes. Poco después en 1604, el alcalde Juan de Monroy atrajo familias Tlaxcaltecas para asentar una «congregación de indios» que se conociera como El Pueblito y posteriormente al conurbarse con la villa, recibiría el nombre de Barrio San Marcos.”

La historia se relaciona evidentemente, y como usted sabrá, con el relato tlaxcalteca de las 400 familias que salieron de estas tierras para poblar aquella zona del país, y que entre otras sedes ocuparon, la que refiero, Aguascalientes, pero también Zacatecas, Jalisco, y Coahuila entre otras.

La tradición taurina de Aguascalientes quizás es inherente a nuestra cultura tlaxcalteca, pues sabemos bien que este pueblo fue siempre amistoso con los españoles, gozando de ciertos privilegios por la corona y evidentemente, haciendo participe a Tlaxcala de sus tradiciones, entre ellas, la fiesta de toros.

Hace unas semanas el Gobernador de Tlaxcala, Mariano González Zarur, aseguró que la feria de Tlaxcala se ha posicionado de manera positiva a nivel nacional, y que quizás, para este año, se adoptaría la tradición de invitar a un estado para que muestre su cultura y tradiciones.

El mandatario estatal dijo que se estaba promoviendo la asesoría de un ex presidente del patronato de feria de Aguascalientes para promover nuevos eventos y actividades culturales, una sabia decisión.

He de reconocer que en los últimos años, el gobierno de González Zarur le ha aportado un sentido familiar a la feria de Tlaxcala, cómodo y tranquilo. Si en las próximas tres ediciones del máximo evento se sigue innovando, seguramente se posicionará como uno de los espacios de mayor trascendencia para el país, como ya lo es, ciertamente, Aguascalientes, Texcoco, y Guadalajara.

Y en el tema que me ocupa, el taurino, habría mayor seriedad en las corridas, mejores toros, toreros los hay, y una feria taurina que sea esperada con ansias por los aficionados, tal como ocurre con la feria de San Marcos.

Encerrona

El próximo 17 de mayo el matador de toros poblano Jerónimo se encerrará con seis toros de diferentes ganaderías, en lo que el mismo dijo, será el desafío de su vida.

Una encerrona taurina representa para un matador de toros el compromiso con sus ideales toreros, con su fe, y con la afición que irá a verle torear.

Jerónimo aceptó el reto y será interesante ver a un torero salirle a seis toros en una sola tarde, ojalá que la Jorge “El Ranchero” Aguilar se llene hasta las banderas, para ser testigo de un acontecimiento de trascendencia nación