Por Fernando Tamayo

La guerra emprendida en las entrañas del Partido Acción Nacional gracias a la elección de su presidente nacional vive sus últimos capítulos. Hoy se prevé el primer y único encuentro entre los dos candidatos existentes al realizarse un «debate» que, de acuerdo al Comité de Organizaciones del PAN, tiene como objetivo que los panistas conozcan las propuestas de ambos candidatos.

El evento, que por cierto sólo será transmitido vía Internet, se encuentra bajo la lupa no solamente de los militantes de dicho instituto político sino además, del resto de la clase política y de los adversarios de ese partido quienes ven en esta batalla la oportunidad para regresar al PAN al rol que jugó en aquellos años donde, durante décadas, no fue más que un partido de oposición sin ocupar cargos de elección popular.

Pero así como los demás partidos políticos observan gustosos la forma en que se han venido despedazando los panistas, el seguimiento del debate entre Cordero y Madero será puntualmente atendido en tierras tlaxcaltecas por aquellos que han hecho de ésta disputa el escenario ideal para sacar a relucir los problemas panistas locales, aquellos que provocaron que Acción Nacional cediera el gobierno estatal en la elección de 2010.

Dado lo anterior, y pese que Tlaxcala representa tan poco en comparación con otros Estados como Puebla o Guanajuato donde el padrón de militantes de Acción Nacional es inmensamente superior, al interior del Estado las descalificaciones son la constante entre los que apoyan a uno u otro candidato. En este sentido, ¿Por qué los «liderazgos» panistas locales se han venido señalando mutuamente al grado tal de llevar a su partido a inmiscuirse en un fraccionamiento y quebrantamiento que puede cobrar cara la factura, no únicamente en las elecciones federales de 2015, sino a vivir un escenario similar al de 2010?

La respuesta es simple, con la determinación del Presidente Nacional también se estaría definiendo el grupo que se haría del Comité Directivo Estatal y con ello la posibilidad de llevar mano en la selección de candidatos a Diputados Federales de 2015, así como también de candidatos a Alcaldes, Diputados Locales y, fundamentalmente, la definición de quién sería el candidato panista a Gobernador para 2016.

Y es que si bien es cierto la renovación de la primera magistratura del Estado resulta lejana. También es real que, al menos para el panismo tlaxcalteca, en gran medida la selección de su candidato y del grupo que los represente dependerá de lo que ocurra el próximo mes cuando se defina quien encabezará el CEN panista. No es casualidad que en días pasados el Comité Directivo Estatal no pudiese integrar la Comisión responsable de la renovación de dicho Comité dado que se presume esperarán lo que acontezca en el plano nacional.

Derivado de lo anterior es claro que ninguno de los grupos permitirá la derrota de su candidato y que, a pesar de que la unidad blanquiazul está en riesgo, los distintos grupos del PAN no darán tregua en su camino para demostrar al próximo presidente nacional su capacidad para operar electoralmente, al menos, entre sus militantes.

Desde la barrera

Fuerte impacto social ha generado las posturas de diversos personajes de la vida pública que se han manifestado contra algunas reformas impulsadas desde el gobierno federal.

Circunstancia que más allá de ser o no compartida por la ciudadanía es un acto que impulsa la participación social de los temas públicos.

Esperemos que esa fiebre de lo «público» alcance a nuestro Estado y que cada vez más logremos el empoderamiento de la sociedad frente al Estado. Al tiempo

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