Lengua Larga
24 de abril - 2014

 

Por Jorge Alfredo Montes De Oca

Lenguaraz resultó el presidente de COPARMEX en Tlaxcala, el también rector de la Universidad del Valle de Tlaxcala Miguel García Méndez.

Hace unos días en rueda de medios a propósito de la estrategia contra la extorsión telefónica junto a autoridades del Gobierno del estado y mandos de Policía Federal García Méndez primero pidió “a la gente” que denuncie el delito de llamadas de extorsión.

Después, en un segundo momento en entrevista a FM Centro dijo que el 60 % de los afiliados a la COPARMEX  habían sido víctimas de este delito pero que no denunciaban por desconfianza en las autoridades.

Al ser cuestionado sobre la fuente de sus “estadísticas” se limitó a decir que ¡Eran chismes de pasillo!

Sin duda que hay muchas preguntas que temprano que tarde habrá de responder el rector García Méndez; primero, en vista de que según su dicho los empresarios no denuncian por desconfianza en las autoridades ¿Solo los ciudadanos de “comunes y corrientes” deben denunciar? ¿Cuál es el método estadístico de los porcentajes que con tanta seguridad pregona?

¿A qué se refiere con “chismes de pasillo”?

¿Ese es el nivel de la clase empresarial en Tlaxcala?

Las desafortunadas aseveraciones del rector de la Universidad del Valle de Tlaxcala comprometen al gremio que representa. En este militan  destacados empresarios con experiencia y trayectoria de muchos años que están sorprendidos por las ramplonas, temerarias declaraciones de su presidente estatal.

El Presidente de COPARMEX debe una explicación a las autoridades, a sus agremiados y por supuesto a la sociedad.

MORRALLA

Algo sucede en el congreso local. Las fracciones políticas resultaron estar compuestas por diputados que en la sombra proyectan un león, en tribuna resultaron simples gatitos, vedettes que se cuidan hasta de la brisa del aire, intocables grillitos así de chiquitos que nada aportan y mucho piden, un auditor que no lo es, cuentas públicas sin entregar, comunicación social de pre primaria y cero productividad legislativa permiten que sólo perfiles como Serafín Ortiz, Evangelina Zamora o Ángelo Gutiérrez sean los que brillen ante tanta oscuridad. Decepcionante.