Por Edgardo Cabrera

Solamente en los últimos cinco meses, el transporte público de Tlaxcala ha cobrado la vida a 8 personas, entre ellas un menor de apenas 5 años de edad, víctima de la irresponsabilidad de un chofer que no esperó a que descendiera el niño y se arrancó pasando por encima de él.

Una mujer de la tercera edad fue atropellada a una cuadra del Congreso, a sus 97 años de edad no pudo correr para esquivar al imprudente chofer que, en segunda fila, dio vuelta en la esquina de la 20 de noviembre. Agonizó por horas en el hospital y en pleno 14 de febrero dejó de existir por el impactó de una combi.

Los anteriores son dos de los cinco muertos de este año a causa de imprudencias del transporte público, los otros tres casos ocurrieron entre octubre y diciembre del 2019.

A los muertos se suman 85 lesionados derivado de choques por no respetar los límites de velocidad, cruceros y semáforos, todo por ganar pasaje o para cumplir con sus cuotas de tiempo.

Además de los pasajeros afectados, también han dañado mobiliario urbano, se han impactado con particulares y hasta una patrulla resultó chocada por la imprudencia de uno de estos cavernícolas del volante que piensan que transportan bultos y que se sienten los reyes de la calle.

Pero más lamentable aún resulta que a la fecha solamente dos choferes enfrenten, en libertad, procesos legales derivados de las muertes en las que se han visto involucrados, su defensa alega en cada uno de los casos que se tratan de “accidentes” y que deben ser considerados homicidios culposos y no dolosos.  

De las concesiones poco se sabe, pero en teoría deberían ser revocadas por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Estado.

No sólo eso, también tendría que revisarse la actuación mañosa de los concesionarios toda vez que en todos los casos hay una constante: las unidades no están aseguradas, aún cuando es obligatorio en el pase de revista.

Evidentemente estamos ante la anarquía y la impunidad de un sector que está bueno para las protestas y los amagos a la autoridad por temas como el incremento del pasaje, la prohibición de las plataformas y el reclamo de seguridad exclusiva para frenar los asaltos al transporte.

Contradictoriamente, esos lidercillos no dan garantías de seguridad al viajero en sus unidades, el pago que hacen los pasajeros es por un servicio pésimo y de alto riesgo, y las plataformas se han convertido en la mejor opción de traslado para aquellos que pueden pagarlas al garantizarles confort, amabilidad y seguridad.

Aún así, estos caraduras mantienen un nuevo amago de paralizar el estado en exigencia de reformas a gusto a la ley de comunicaciones y transportes. 

REUNIÓN 

Este miércoles líderes de algunos partidos políticos en el estado sostendrán una reunión con el gobernador Marco Mena.

Aunque se trata de un desayuno, lo más seguro es que no van para tomarse el café y sacarse la foto, los representantes de los institutos políticos traen varias inquietudes: seguridad, salud, y educación, nos dicen.

Y aunque no está en la agenda, inevitablemente terminarán por tocar el tema de las elecciones del próximo año.

Recordemos que desde la oposición a Morena se trata de construir una alianza competitiva, los principales impulsores son el PAN y el PRD.

Sin embargo, los viejos aliados del PRI (PS, Panal y Verde) traen su propio plan, aunque no olvidemos que en las últimas elecciones lejos de sumarles votos les han restado posiciones al tricolor, hablamos de que piden mucho y aportan poco.

A dicha reunión está invitado Morena, por lo que tratar de cocinar una alianza opositora ahí se ve difícil, aunque no dudamos que podrían plantearle a Marco Mena esa opción algunos dirigentes, ¿quiénes se animarán?