Eso lo dijiste tu, no yo: Psicosis
19 de febrero - 2020

Por Alfredo González 

Por alguna razón, la Psicosis social ha comenzado a escalar de manera alarmante derivando en una ola de violencia extrema que sigue cobrando vidas por razones estúpidas, hechos que han cobrado ya varias vidas por la intolerancia, la última de ellas la de un empresario apizaquense y voluntario rescatista.

El hecho que detonó la escena trágica no tenía mayor importancia, un desentendido vial que se agravó como bola de nieve hasta llegar en forma de balas para acabar con su existencia, algo completamente evitable, una tontería en sí. 

La cosa no es para menos, el pasado lunes otra rencilla acabó en una triple tragedia en Calpulalpan, pues cuentan que un desacuerdo o malentendido acabó en otra Sopa de plomo para un vendedor en el tianguis, pasando a rayar a un pequeño de diez años que está al borde de la muerte, sin un ojo y con una bala en sus entrañas…otra estupidez de la humanidad que para colmo, acabó con la vida del probable victimario que sufrió la paliza de su vida hasta acabar en la plancha fría del hospital, tres vidas más a la basura por un absurdo. 

Esta psicosis, motivada por un violento panorama nacional, se contagia sin distingo de clases y estratos, una epidemia que de esa tónica de ojo por ojo, terminará por dejar un país tuerto o en la ceguera total…es urgente un alto total a esta tónica, un poco de prudencia debe comenzar a asaltar la conciencia de los tlaxcaltecas, de los mexicanos. 

Como ya se dijo anteriormente, resulta más cómodo culpar a terceros de las tragedias, a la autoridad, a los gobiernos, a quien sea… Pero no debe buscarse la paja en ojo ajeno sin ver la viga en el propio, lo que sea por culpar a otros de lo que los ciudadanos dejamos de hacer… La violencia inicia en el núcleo social, en la intolerancia, la ira cotidiana, en ese que no deja pasar otro auto, el que se mete en la fila, en fin, en cada una de esas bellezas de cada día. 

Comencemos con el cambio propio, con dar un giro positivo a la actitud, a la prudencia, a tantas cosas que pueden ayudar a hacer un mejor país y evitar tantas y tantas desgracias… Cosas tan simples pueden iniciar los cambios más significativos y palpables. 

Coperacha

¿Quiénes habrán sido los ávidos y vivaces reporteros que clavaron sable sin distingo de cargo a funcionarios, alcaldes y diputados para financiar su viaje a la cumbre de comunicadores en el paradisíaco Cancún? 

Resulta que desde hace alguna semanas, de manera voluntariamente a fuerza pasaron charola para pedir Coperacha, todo sea por que los honestos muchachos representen al estado financiados quién sabe con qué. 

Al menos fueron tres los mosqueteros con sable cuyos patrones no les alcanzó el presupuesto para enviarlos con dignidad y Recurso propio… ¿Acaso los impresos ya no son rentables para pagar el gustito? 

Eso recuerda los años mozos de un vocero legislativo, que no hace muchos años andaba de curul en curul en la vendimia de boletos para un reloj que dios sabe donde quedó… Eso sí, de esas y otras más se aventó a estrenar un Volkswagen del año, todo un caso es Don Babotas.

No es casualidad, pues ya más de una vez se cuenta que las vacaciones de los del Soldado pagan sus vacaciones a costillas del erario.

Ocurrentes

Dicen por ahí que los lerdos del transporte ya alistan un Plan B si no les sale la jugada de la reforma a la ley de comunicaciones y transportes… Pues juran y perjuran que aún pueden mantener su enquistado coto de poder, todos unos dinosaurios mordelones que han vivido por décadas a costillas del gremio, los chóferes, concesionarios, usuarios y la autoridad. 

Y es que, de no prosperar su supuestos amparos… Y no lo harán, ahora querrán incrementar la tarifa del pasaje en todo el estado, dizque para poner en competencia al transporte público con las ganancias de las plataformas digitales, buena broma…

La cosa es que la idea de los señores de barba, panza y calva, es clavae el diente a los usuarios, mantener el control de su mafia y sobre todo, seguír llenando sus bolsas. Vaya vejetes ambiciosos. 

Por lo pronto, deberemos observar como fracasan una y otra vez, así como acostumbran desde hace unos años… Total, ya no son ni serán lo que eran.