Chamaqueados
18 de febrero - 2020

Por Fernando Tamayo

La semana pasada la Legislatura Estatal evidenció no solo su falta de providencia y de capacidad política, sino además, su limitada visión para resolver los problemas y necesidades colectivas desde la máxima tribuna de los tlaxcaltecas.

Lo ocurrido con las modificaciones a la Ley de Comunicaciones y Transportes es una tomada de pelo de quienes se autodenominan representantes del pueblo no solo a los transportistas sino también a los dueños y usuarios de plataformas digitales como Pronto y Uber, en general a todos a quienes según aluden representar.

Con un dictamen carente de toda técnica legislativa, mocho, y sin contar con la totalidad de las firmas de los Diputados integrantes de las Comisiones Unidas de Movilidad, Comunicaciones y Transportes y la propia de Puntos Constitucionales, Gobernación y Justicia y Asuntos Políticos los Legisladores Locales tuvieron la brillante idea de adicionar un Capítulo Quinto Bis a la citada norma y con ellos dar por resuelto la demanda de más y mejor servicio de transporte.

Con la incorporación de tan solo cuatro artículos no sólo quedaron como los cueteros sino que además generaron más dudas que respuestas. En primera instancia y pese haberse comprometido con el gremio transportista -al menos así lo declararon varias ocasiones- de impedir la existencia y operación de las plataformas digitales, estas terminaron por legitimarse y tolerarse previo registro y autorización por parte de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Estado.

Así ahora la última palabra la tendrá el Ejecutivo pues sin duda será necesario la aprobación de un reglamento que de manera detallada señale más ampliamente los requisitos que deberán cubrir los titulares de dichas plataformas  para su legal operación. 

Bajo esta tesitura, los señores Legisladores no solo empantanaron y agravaron más el problema entre los prestadores de servicios digitales y los transportistas sino que además pusieron de manifiesto su total ignorancia sobre el proceso legislativo.

Como muestra la actuación del Diputado Piedras quien cuenta con concesiones para explotar el transporte local y por ello debió excusarse para conocer de la modificación a la ley, ante un inminente conflicto de intereses. Sin embargo formo parte de quienes orquestaron una paupérrima reforma a la Ley.

Hoy la movilidad es un tema prioritario y más allá de la politización que se ha hecho sobre el funcionamiento de las plataformas virtuales, la realidad es que estas son ya parte de la vida diaria de gran parte de la ciudadanía. Su regulación no debe quedar supeditada a la adición de cuatro artículos en una ley que a todas luces exige una reforma integral y sustancial. 

No podemos negar que vivimos en un mundo donde la innovación y la libre competencia son elementos necesarios en todas las sociedades que se dicen modernas, sin embargo, también debemos tener claro que la competencia económica se rige con criterios claros en cuanto a las reglas del juego y con requisitos similares para quienes pretendan generar un lucro sobre determinada actividad, es decir, en el caso de las plataformas al brindar un servicio similar al ofertado por el transporte público tradicional deben supeditarse a reglas similares lo contrario sería generar un ambiente de desequilibrio y desigualdad entre unos y otros, donde, lo más importante sea provocar mejores condiciones para que los usuarios cuenten con más y mejores opciones para trasladarse, que van, desde la comodidad, precio y calidad concluyendo con lo más importante; su seguridad.

Hoy el Congreso deja pasar la oportunidad de resolver uno de los problemas que más aquejan a la población y una de las exigencias más recurridas; el generar mejores condiciones y establecer desde la ley directrices claras para provocar políticas públicas en materia de movilidad es un pendiente que se pudo resolver.

Lamentablemente y por enésima ocasión la visión tan limitada de la mayoría de los Legisladores Locales evitó que salieran por la puerta grande y por el contrario provocó que todos los actores reprocharan lo aprobado. La forma en que actualmente los Diputados resuelven desde su trinchera los problemas sociales difícilmente podrá contribuir al desarrollo de Tlaxcala, estos deberían entender que, mucho ayuda el que no estorba. Al tiempo.

Desde la barrera 

Lo ocurrido el fin de semana pasado en Apizaco donde un hombre pierde la vida tras tener un altercado con un padre de familia y su hijo nos obliga a reflexionar como sociedad y entender que el problema de la impunidad es una situación que permea no solo entre la clase política sino también en la población que hoy considera que puede infringir la ley sin tener el mayor temor de ser sancionado. Si hoy no entendemos que a todos corresponde resolver ese tipo de problemas culturales cívicamente incorrectos las consecuencias pueden ser funestas para todos