Por Edgardo Cabrera

Una auténtica PESadilla es la que vive José Luis Garrido y su familia, quienes desde el año pasado se frotaban las manos y afilaban las garras para mantener el control total del Partido Encuentro Social.

En el plano estatal, es la fecha que no pueden legitimarse al frente del instituto político local, los reveses legales que han sufrido son constantes, en dos ocasiones les han tirado todo el proceso y van por una tercera ante el cochinero que están empecinados en mantener.

Aunado a la anterior, los Garridos han motivado la fuga de cuadros importantes, entre ellos el diputado federal José de la Luz Sosa Salinas que terminó por integrarse al PT.

En materia nacional, las noticias llegaron del propio Hugo Erick Flores, quien avaló la designación del líder estatal de la Coduc, Alejandro Martínez Hernández como coordinador estatal de los delegados electos en asambleas federales.

Recordar que luego de las asambleas en los 3 distritos electorales federales de Tlaxcala salieron electos 6 delegados a la asamblea constitutiva nacional, los cuales estarán coordinados por el ex diputado federal perredista.

Pero ahí no acaba la cosa, el fin de semana en la asamblea nacional del PES efectuada en la Ciudad de México, se acordó que mantendrán el nombre de “Encuentro Social”, y no “Encuentro Solidario”, como se pretendía, lo anterior ante el inminente registro como partido político que obtendrán este mismo año.

Con ello, José Luis Garrido pierde su pretendido monopolio en Tlaxcala, no será solamente él quien designe candidatos para el 2021, si bien le va, podrá palomear solamente a su hermana y a él, pero el resto de las nominaciones, empezando por los espacios plurinominales, estarán en función de los consensos y los logros alcanzados en materia partidista, y parece que en este tema Alejandro Martínez ya le comió el mandado. 

POR HABLADOR

En eso de los nuevo partidos, en Redes Sociales Progresistas le dieron la espalda a “El Zaga” por hablador.

Y sinceramente no mienten, no es la primera ocasión que el constructor favorito del orticismo es cuestionado por su falta de lealtad e identidad partidista.

Resulta que al cierre de la semana pasada en una encerrona, miembros de RSP aclararon que dicho personaje no tiene injerencia en la agrupación, tampoco que tenga contacto con la dueña de la franquicia (Elba Esther Gordillo) y menos que vaya a ser su candidato a la gubernatura, tampoco que haya financiado las asambleas constitutivas.

Pero no son los únicos, en el PAN tampoco confían en la palabra del Zaga, resulta que desde el año pasado prometió afiliarse junto con 300 de sus secuaces, pero es la fecha que no lo ha hecho, por el contrario, anda con su calentura de ser candidato tratando de chamaquear a dirigentes y líderes partidistas.

En el colmo, nos cuentan, ya pide que lo llamen “señor gobernador” y no ha tenido empacho en ofrecerles a algunos líderes partidistas desde posiciones en “su gobierno” hasta “jugosos” negocios, siempre y cuando le den la candidatura y además le ayuden con sus discursos, dado que es bastante torpe para hablar y aterrizar sus ideas.  

Por cierto que en eso de tratar de expiar sus culpas, el domingo se hizo el aparecido en el informe del alcalde apizaquense, Julio Hernández, donde nadie lo peló.

Ante el desaire no le quedó más que buscar colarse en una foto con el dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, donde fue acomodado “alejadito” para dejarle en claro que primero debe cumplir su palabra de afiliarse antes de andar de bocón.