CUARTO EN DISCORDIA
3 de septiembre - 2019

Por Edgardo Cabrera

Si el PAN realmente piensa en ser competitivo para el 2021 es momento que se dejen de ocurrencias y de darle alas a personajes que, si bien compraron su aparición en encuestas, su trayectoria política y empresarial es producto de riquezas mal habidas al amparo de gobiernos corruptos.

Lo anterior viene a colación porque lejos de presumir que tienen tres nombres dentro de los candidateables de Massive Caller, les debería de preocupar que solamente aparezcan esos, en el caso de las mujeres, producto del reciclaje de elecciones pasadas donde fracasaron en la competencia por la gubernatura.

Con el banderazo de la sucesión adelantada, ya es hora de que el dirigente estatal José Gilberto Temoltzin se ponga las pilas y asuma su liderazgo (ese que se supone lo llevó a la presidencia del PAN), dejando de lado las revanchas de grupos y el castigo laboral a los suyos.

Pese al desolador panorama y, hasta el momento la falta de un verdadero liderazgo, algunos personajes han asumido los vacíos, en el caso del congreso local, es evidente la actividad y posicionamientos opositores del coordinador parlamentario, Omar Milton López; en la cámara de diputados federales, Carlos Carreón; mientras que del lado de los alcaldes, al único que se le ven tablas y acciones es al de Apizaco, Julio Hernández.

Y es en el caso de éste último donde los panistas deberían de voltear la mirada y dejarse de ocurrencias, guste o no, el apizaquense es de sus pocos cuadros que ha dado resultados en materia electoral y de gobierno.

En el terreno electoral, ha ganado las elecciones a las que se ha metido, desde la interna por la diputación local hasta la constitucional por la alcaldía.

En materia de gobierno, sus cuentas públicas han sido palomeadas, con todo y el revanchismo de sus opositores, amén de que ha iniciado una inteligente estrategia para informar lo realizado por su administración en 30 meses de gestión, comparando el antes y el después, por medio de una edición impresa que poco podrá ser refutable por sus antecesores.

Dada la estructura electoral real con la que cuenta, el poderío económico de su actividad empresarial, y con una pertenencia al partido (hasta el momento no se le ha visto chaqueteando o coqueteando con otras fuerzas), crecen las voces dentro de Acción Nacional para subirlo a la contienda para dejarse de reciclar personajes (lo que los ha llevado a continúas derrotas), así como improvisar candidatos con pasados turbios y futuros claros de traiciones. 

HABLANDO DE…

Por cierto que en eso del PAN y su falta de brújula, la dirigencia estatal enmudeció ante el informe presidencial de Andrés Manuel López Obrador, y sólo fue hasta después de las críticas y a más de 24 horas del mensaje que pronunció un tímido y cantinflesco posicionamiento.

Pero no sólo eso, sino que tampoco es ha ameritado el más mínimo posicionamiento por el avasallamiento de Morena en la Cámara de Diputados donde frenaron la rotación de la presidencia de la mesa dejando, por al menos otros cinco días, a Porfirio Muñoz Ledo.

El asunto no es menor, ya que para ese cargo se perfilaba el PAN, como parte de los acuerdos políticos y el propio reglamento interno, incluso en su momento figuraba una tlaxcalteca para esa posición, Adriana Dávila.

Aún así para Temoltzin y su séquito, tampoco eso les quitó el sueño.

Para rematar, el tema del cochinero en la aprobación y reprobación de las últimas cuentas públicas, así como la disputa de posiciones en el Congreso del estado, menos son temas que les ocupen.

Es claro que a este paso, desde el PAN seguirán contribuyendo para mantener al PRI  en segundo lugar de las preferencias electorales en Tlaxcala y a Morena en el primero.