Por Manuel Fernández

El Congreso del Estado, se encuentra activo en periodo extraordinario, sesionando hasta los sábados, y no para desahogar la extinta agenda legislativa, sino para el revanchismo político y venganza entre los diferentes grupos o figuras maquillado como dictaminación de cuentas públicas.

Todos debemos entender, que a pesar de la aprobación o reprobación de las cuentas públicas, los procesos ante los entes fiscalizadores continuarán, es decir, aunque a un municipio le aprueben su cuenta pública los diputados, en caso de existir procedimientos, éstos continuarán, pues no rebasar el 7% de daño patrimonial, no garantiza nulidad y tampoco ese porcentaje representa la misma cantidad en un presupuesto de 100 millones anuales a uno de 25 millones. 

Aprobar o reprobar la cuenta pública ante el Congreso, se ha convertido en un tema mediático, y mucho más de cara al próximo proceso electoral 2021, pues bien manejado, representa en caso de la aprobación, puntos positivos para la agenda de virtudes que pueden presentar tanto alcaldes, como directores de dependencias de alto nivel para hacerle saber a la gente que no existe corrupción en sus manos, que su ejercicio fue transparente y entonces es un buen candidato para un próximo puesto de elección popular.

Y es que la tribuna del Congreso del Estado como ahora en cuentas públicas, ha sido objeto de posicionamientos y declaraciones para poder generar ¨¨agenda¨ y colocarse con cualquier ocurrencia en algunas notas de un puñado de medios de comunicación, para justificar que se protegen los intereses del pueblo desde esta soberanía.

Pero de poco ha funcionado, por que si hablamos en temas de comunicación digital, y presencia, aceptación en redes de diputados como: Víctor Castro del PT, Omar Milton del PAN, Garrido del PES, sus números e interacciones siguen siendo muy bajas, a pesar de estar en la constante búsqueda de la polémica.

Es más, Castro López ni siquiera cuenta con una página oficial en Facebook y como este caso hay muchos, que poco preocupados en informar a la gente, se pasan por el arco del triunfo la comunicación abierta, tal vez, por riesgo a ser evidenciados y ofendidos en las plataformas digitales por pasadas malas decisiones.

La actual legislatura, ha funcionado como una buena plataforma para – hacer ruido – pero lamentablemente han sonado más los escándalos de la Diputada Cacheteadora, el burro que le fueron a plantar a un diputado, la disputa del poder al interior de un organismo político que preside otro diputado, incluso las fiestas y desmanes del diputado huerfanito que ni su compañera de bancada lo respalda.

Estos temas, son de conocimiento público pues los escándalos y notas tendenciosas se disparan de manera inmediata y nos llega a todos a través de las plataformas digitales y mire que sí, sin lugar a dudas son más poderosos esos impactos negativos, que lo poco que se puede generar de reflectores digitales faltándole al respeto a la tribuna.

Cada vez falta menos para el próximo proceso electoral 2021, y estoy seguro que una gran mayoría de diputados de esta legislatura, será el único cargo que ocuparán en su corta carrera política, pues el que mucho abarca, poco aprieta y con esos diputados protagonistas, los tlaxcaltecas solo recibimos: mucho ruido y pocas nueces, mucha grilla y pocas leyes.

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