Sobre aviso….no hay engaño
4 de julio - 2019

Por Mauricio Hernández Olaiz

Ya un servidor le había adelantado en mis columnas del 17 de enero de 2019 http://gentetlx.com.mx/2019/01/17/canal-once-el-premio-a-la-desmemoria/ y del  15 de mayo de este mismo año, http://gentetlx.com.mx/2019/05/15/la-turbiedad-en-la-4t-de-jaal/ las destrezas para conducir medios de comunicación del ex gobernador de Tlaxcala, José Antonio Álvarez Lima.

Y como dicta el famoso refrán de que sobre aviso no hay engaño, están por demás las quejas, y hasta el asombro ridículo de algunos, sobre las primeras maniobras macabras del ex salinista convertido en Bolchevique al interior de canal once.

Sería ocioso volver a escribir sobre el pasado de Álvarez Lima en Imevisión y TV Tlaxcala; para ello le invito a leer mis columnas arriba citadas, baste decir que en tan solo pocos días como director general de canal once ya ha comenzado a hacer de las suyas, a imprimir su sello característico, a hacer lo que mejor sabe….Destruir canales de televisión, y exactamente usando el mismo camino que tomó en el pasado.

Bajo el argumento de cero presupuesto para el canal en 2019, cosa falsa. El Marqués ha puesto de patitas en la calle a 50 empleados de la televisora del politécnico nacional. La mayoría con más de 20 años de antigüedad. Así, sin mayor argumento más del que “recojan sus cosas”, fueron despedidos.

La mañana de este martes la mayoría de ellos se dio cita en palacio nacional para solicitar la intervención del presidente López Obrador, ante una medida que consideran arbitraria y alejada de los preceptos del actual gobierno?¿?. Sin embargo, el área de comunicación de canal Once aseguró que son trabajadores freelance a quienes se decidió no renovar sus contratos. ¿Free lances con 20 años en el canal?. El estilo clásico de mentira de JAAL. 

El presupuesto de canal once para el 2019 es de 530 millones de pesos, de los cuáles 200 millones se destinan a la nómina de los 450 empleados, bueno ahora 400, por lo que 330 millones son destinados a la producción de contenidos, los cuáles también ya han sido detenidos por su director y tan solo se ha preocupado por apoyar a dos programas creados bajo su tutela. “John y Sabina”, conducidos por el académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, John M. Ackerman y por la escritora Sabina Berman, y sobre el programa llamado” la Maroma Estelar”, en el cual se realizan parodias de la vida pública en México.

Sin embargo ambas emisiones ya han sido puestas en duda. La presidenta de la Comisión de Radio y Televisión de la Cámara de Diputados, Laura Angélica Rojas Hernández (PAN) anunció que propondrá a la comisión que encabeza que se llame a comparecer al director del Canal 11, José Antonio Álvarez Lima, por considerar que en la programación del medio de comunicación se ha comenzado a difundir la ideología de la actual administración encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.

“Ambos programas tienen una carga ideológica muy marcada y, desde mi punto de vista, pues están vulnerando con el principio básico que es el de la pluralidad en los medios públicos, en general los medios de comunicación están obligados a una serie de principios rectores que hoy canal once no está cumpliendo”.

Me di a la tarea de ver ambos programas de la televisora del IPN y solo les puedo decir que, muy al estilo del presidente en sus mañaneras, en estos espacios predomina la crítica a todo y a todos los que han manifestado que el camino del presidente no es el más adecuado para la nación. En ambos programas hay contenido que divide, que confronta, que hacen mofa, que se burlan, que denostan a una parte de la sociedad, a los llamados Fifís. Muy al estilo de los espacios que tanto criticaba el presidente en el pasado, muy a estilo de lo que juró que en su gobierno no iba a existir.

Yo no sé si la idea de López Obrador sea la de sepultar al canal once; como ya lo hizo Álvarez Lima con Imevisión. Lo que si les puedo asegurar es que el del politécnico era un canal en claro ascenso y crecimiento, con programas variados y muchos de ellos de enorme calidad. Canal Once se había ganado ya el respeto de realizadores, pero sobre todo, del público en general. Ahora el panorama es negro, turbio, lleno de incertidumbre, algo en lo que es especialista el Voldemort de Tlaxcala.

Es cierto que los despidos arbitrarios están a la orden del día en muchas dependencias del gobierno federal, apenas la semana pasada el objetivo fue el IMER, ahora es canal Once. Cuesta trabajo entender que acciones como esta, se hagan al amparo de un gobierno que en reiteradas ocasiones ha proclamado a los cuatro vientos su propósito de elevar la calidad de vida de las mayorías trabajadoras de la nación, además de reiterar que siempre se respetarán los derechos laborales de todos los mexicanos.

Ni una cosa ni otra, el estilo de AMLO, con sus terribles operadores ex salinistas. Pero, insisto, en lo de canal once…. Sobre aviso, no hay engaño. Quien se esté sorprendiendo por las medidas tomadas por el senador con licencia, es porque no le conoce, como seguro estoy de que AMLO sí. Las palabras del titular del ejecutivo al proponer al oscuro político de Tlaxcala fue una señal clara y contundente de, no solo el futuro incierto de los medios públicos, sino de todo el aparato gubernamental. “Pon toda tu experiencia al servicio del Canal”.

@olaizmau