TUFO DE PODREDUMBRE
27 de junio - 2019

Procedimiento opaco y con un tufo de podredumbre que al menos, en el primer día, evidenció el mal trabajo del OFS y el temor de los levantadedos por abrir la información a la opinión pública

Por Edgardo Cabrera

En el Congreso local arrancaron las “tan ansiadas” audiencias de los entes fiscalizables, en busca de solventar las observaciones detectadas por el Órgano de Fiscalización Superior.

Se trata de un procedimiento opaco y con un tufo de podredumbre que al menos, en el primer día, evidenció el mal trabajo del OFS y el temor de los levantadedos por abrir la información a la opinión pública.

Como ha sido la constante con los actuales (y pasados) levantadedos, la revisión y dictaminación de las cuentas públicas simplemente generan más dudas que certezas, tanto para la ciudadanía como para los comparecientes.

En el primer día se enfocaron con los alcaldes del distrito 1, y para empezar, el de Calpulalpan, Neptalí Gutiérrez negó que tenga un desfalco de más de 10 millones de pesos de los recursos públicos, como se asentó en el informe generado por el OFS, ante ello adelantó que recurrirá a tribunales.

Según el edil (de oficio payaso), las observaciones son cuestión de “criterios” y “enfoques” que no comparte, amén de que repartió culpas al tratar de acusar a los medios de comunicación de “tergiversar” la información.  

Mientras que el alcalde de Benito Juárez, Alejandro Campech Avelar exigió la presencia de los medios de comunicación en su comparecencia para evidenciar anomalías que cometió el OFS en la auditoría aplicada al ayuntamiento que encabeza.

Puso como ejemplo la observación del pago de una factura de 16 mil pesos que el órgano consideró que no estaba debidamente comprobada, pero al cuestionar el monto equivocaron el importe erogado por la comuna y le asentaron un desvío de 88 mil pesos; como esa imprecisión, expuso que existen más.

Aunque en el caso de Benito Juárez el informe está en sentido positivo, las observaciones globales suman medio millón, de ahí que el edil consideró que son ilegales y mal hechas por lo que puso en duda el proceso de fiscalización y la labor de la titular del OFS Isabel Maldonado para quien exigió su remoción del cargo. 

También, en el primer día, fueron evidenciadas las diferencias entre los propios legisladores ya que no respetaron el orden de las comparecencias y por exigencias o caprichos priorizaron las entrevistas de algunos ediles y a otros que fueron citados desde temprano los dejaron para el final, como en el caso de Alejandro Campech.

¿EJEMPLO?

A colación de las cuentas públicas, nos enteramos que la petista Plumita se aventó la puntada de comentar entre algunos alcaldes que los dictámenes del Congreso y el OFS serían los primeros que se someterían a la consideración del Pleno “para poner el ejemplo”.

Pero la iniciativa, que simplemente es una ocurrencia más, no fue bien vista por la mayoría que controla el poder legislativo.

La realidad es que no importa el orden en que se enlisten los dictámenes, lo que se esperaría de los “redentores” de la política y del poder aglutinados en la 4T es que acabaran con las viejas prácticas y realmente pusieran el ejemplo en transparencia.

Los informes de fiscalización fueron ocultados por la presidenta de la Comisión de Finanzas y Fiscalización, la morenista María del Rayo Netzahuatl, y solamente mediante filtraciones de su contenido se ha conocido la recomendación del OFS en el sentido de aprobar o reprobar el ejercicio 2018 de los entes.  

Eso sí, del contenido de cada una de las observaciones asentadas en el pliego solamente Isabel Maldonado y pocos levantadedos lo conocen, se trata, es claro, de ocultar la información para utilizarla a su conveniencia.