Por Fernando Tamayo

Cuando AMLO obtuvo el triunfo hace casi un año, nadie, absolutamente nadie cuestionó su éxito electoral, mucho menos en la Entidad, donde la victoria fue aplastante. A casi un año de aquel domingo 1 de julio las promesas siguen siendo promesas y los hechos dan cuenta de que no es lo mismo gobernar qué ser oposición.

El estilo muy particular de guiar los destinos del país de López Obrador lo ha llevado a generar condiciones poco claras sobre el futuro del país. Con una desconfianza total de los mercados, con una austeridad que golpea a los ciudadanos por encima de la clase gobernante, con programas que no logran el impacto social esperado, con un impasse ejecutivo que afecta a diario a usuarios de servicios públicos, con una tasa de crecimiento nula y con un protagonismo internacional poco entendible, el Presidente de México se encuentra cercano a cumplir el primer corte de caja de su administración.

No creo que nadie desee que al Presidente le vaya mal, el solo pensarlo sería atentar contra México y los mexicanos, quienes salieron a manifestar su hartazgo aquel domingo 1 de julio de 2018 expresaron con claridad su deseo de un cambio verdadero, pero sobre todo, un cambio en positivo para el país, lamentablemente, esa modificación en el ser y hacer política no se ha presentado en los hechos, pero sobre todo en los hechos los indicadores que señalan como vamos como país se han venido en picada.

Con una forma muy particular en la toma de decisiones a través de consultas exprés en la plaza pública, con contradicciones, con acciones poco entendibles y con una extraño estilo de hacer política como si se tratara de la oposición, López Obrador va guiándonos por un camino poco claro e incluso generando la sensación de incertidumbre y arrepentimiento de quienes confiaron en él.

Insisto, esperemos que por el bien de los millones de mexicanos que confían en el “proyecto alternativo de nación”, el Presidente pronto encuentre el rumbo y comprenda que para lograr el consenso nacional es necesario gobernar para todos, no solo para aquellos que le votaron, sino también para quienes no confiamos en él pero que hoy lo asumimos como nuestro Presidente y le deseamos que su proyecto logre transformar de fondo y en positivo a nuestro país. Al tiempo.

Desde la barrera

La titular de la Comisión de Finanzas y Fiscalización del Congreso del Estado señaló que el proceso de dictaminación de Cuentas Públicas se realizará en completa transparencia cumpliendo lo establecido en las normas y apegado a los criterios del OFS establecidos en los informes correspondientes. Todos lo deseamos, pero pocos lo creemos. Ya veremos.

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