Por Edgardo Cabrera

Ante la carrera que se empecinaron en adelantar personajes como la virreina Cuéllar o El Zaga,  nos enteramos que desde la sociedad civil se está gestando opciones ciudadanas ya que están cansados del desvío de los recursos públicos federales para la promoción personal, o del dispendio de fortunas construidas al amparo de la corrupción de gobiernos pasados para satisfacer caprichos de hoy.

Pero también, ante el hartazgo por las ocurrencias de algunos miembros de la Cuarta Transformación al momento de ejercer el gobierno, varios grupos y liderazgos de la sociedad civil, obreros y empresarios comienzan a moverse. 

Entre los nombres considerados se menciona el del ex ombudsman Francisco Mixcoatl Antonio, un personaje con amplio currículo académico (que envidaría cualquiera de los suspirantes) pero también polémico.

Recordemos su paso por la extinta CAIPTLAX (hoy IAIP) o por la CEDHT, donde en la primera no le tembló la mano ni la voz para señalar la opacidad con la que se conducía el Poder Judicial del Estado, o de hablar abiertamente y sin titubeos de la simulación de los sujetos obligados en materia de transparencia.

Como ombudsperson se puso a trabajar luego de que sus antecesores se distinguieron por los escándalos y la pugna por el poder interno, le entró a la despenalización del aborto y se enfrentó con el entonces Obispo Francisco Moreno Barrón, quien le organizó hasta una marcha en su contra.

Por esa lucha Tlaxcala es uno de los estados con mayores causales por las que una mujer puede decidir sobre su cuerpo, sin que sea penalizada. 

Temas como el matrimonio igualitario, el cambio de identidad de género, los diagnósticos para dar a conocer la situación de los derechos humanos en la entidad, marcaron su agenda de trabajo. Actualmente ese organismo se encuentra sumido en el marasmo y descrédito. 

Pero también es cierto que una cosa es ser académico, polémico o cabeza de un organismo estatal, y la otra entrarle a la política enfrentándose a poderosos intereses económicos, de partidos y de las familias que han estado incrustadas en el poder por décadas.

Ya veremos si la inquietud no es flor de un día. Por lo pronto su nombre ya empezó a llamar la atención, nos enteramos que el ex candidato a la gubernatura por Movimiento Ciudadano, Edilberto Algredo, le ha puesto el ojo encima. 

RETO

En eso de la carrera tempranera, el viernes en el programa Mesa de Redacción, el diputado federal del PES, José de la Luz Sosa Salinas envió un reto a los adelantados Morenos.

Fiel a su estilo (reacio y bronco), el legislador los llamó a ponerse a trabajar primero en dar resultados en sus actuales responsabilidades antes que andar de candiles de la calle, y luego someterse a una encuesta interna para ver quién trae las preferencias de las bases y del pueblo.

Recordó que en su búsqueda por la candidatura a la diputación federal por el distrito I, personajes que se sienten de “alcurnia” política y partidista lo minimizaron, pretendían sacarlo de la contienda interna.

Pese a la negativa y las resistencias de la virreina y de la dirigencia estatal de Morena, contra sus pronósticos les ganó a los otros suspirantes, entre ellos al actual diputado Ramiro Vivanco Chedraui. 

De ahí que el reto cobre importancia ya que si bien es legislador por el PES, ante una eventual alianza como la de 2017 estarían obligados a medirse de acuerdo con las reglas establecidas por el propio López Obrador.