EL HIPSTER
14 de junio - 2019

Por Edgardo Cabrera

El recuerdo de Emilio Sánchez Piedras reunió en un mismo espacio al gobernador Marco Mena y a su antecesor Mariano González Zarur, quien reapareció muy sonriente estrenando look tipo hipster, aunque enmudeció a los cuestionamientos de la prensa.

Aún recuerdo esa promesa de González Zarur de no intervenir ni hablar públicamente de su sucesor por respeto a la envestidura, y al menos este 13 de junio lo volvió a cumplir.

Fue en el marco del aniversario luctuoso de Sánchez Piedras donde llegaron a cobijar al ex gobernador varios integrantes de lo que fue su gabinete, aunque llamó la atención que el que no se apareció en el evento fue su hijo y ex diputado local, Mariano González Aguirre, a quien seguramente le impactó el revés de la justicia federal que negó el regreso a la presidencia del TSJE de su amigo y magistrado Héctor Maldonado.

Entre Marco y Mariano no hubo mayor intercambio de palabras, solamente fue el saludo amable que atrajo los flashazos de las cámaras. 

Previo a la llegada de Marco Mena, el ex mandatario acaparó los reflectores así como la atención de varios políticos que se dieron cita a la convocatoria para el homenaje.

Se apreciaron, por ejemplo, muy afectuosos Mariano y el líder estatal de Morena y senador, Joel Molina, con quien años anteriores existía una marcada distancia derivado de su pasado orticista y su cercanía con Martha Palafox.

Ahora, y a dos años de la sucesión de la gubernatura, en el ajedrez político Molina y González Zarur no ocultaron públicamente que el pasado, quedó en el pasado, ahora el senador está en la ruta de los candidateables al rango más alto de Tlaxcala, construyendo alianzas y estrechando relaciones.

LOS PANISTAS

Otro que también llamó la atención fue José Gilberto Temoltzin, el dirigente estatal del PAN, quien a invitación del anfitrión, el alcalde de Apizaco, Julio Hernández, aprovechó el momento para sostener una extensa plática con el gobernador Marco Mena al finalizar el homenaje.

El trato también fue cordial y atrajo las miradas y los reflectores, no olvidemos que por el lado del albiazul “Pepe” está en la terna para disputar la candidatura en el 21, los otros dos son el alcalde Julio Hernández y la senadora Minerva Hernández.

En el caso del edil, se mostró respetuoso de las instituciones y de las formas, no hizo mayores aspavientos, eso sí, quedó en evidencia su buena relación con José Gilberto y con el propio gobernador.

¿Y EL CABALLO? 

Quien se apareció fue el diputado federal por el I distrito, José de la Luz Sosa Salinas, ex morenista y ahora militante del extinto Encuentro Social, quien anda como rey mago con la chequera abierta repartiendo a diestra y siniestra fondos federales en los municipios.

Mejor conocido en la política estatal como “Pepeluche”, es otro de los aspirantes a la gubernatura que ha comenzado a multiplicar sus apariciones públicas, la de este jueves fue con pantalón deslavado de mezclilla, sacó sport de gamuza, sus acostumbradas botas vaqueras y guayabera. 

Y aunque ha preferido guardar silencio del pleito interno en su partido, a pregunta de los reporteros, aprovechó para mandarle un mensaje al diputado local José Luis Garrido para “que no se haga ilusiones” de ser el mandamás del Partido Encuentro Social Tlaxcala (PEST) donde madrugó a todos los grupos para poner consejeros distritales rumbo a la integración de la dirigencia estatal, algo que ya le costó una lluvia de impugnaciones.

LLAMADO

Al pronunciar su discurso Marco Mena llamó a la unidad y cohesión, mensaje del que de inmediato acusaron recibo los líderes estatales de Morena y el PAN.

Y es que advirtió que el trabajo en conjunto traerá beneficios para el desarrollo de la entidad.

«Respeto y cooperación son necesarios para hacer valer nuestras capacidades», agregó en una evidente justificación a su cercana relación con el presidente López Obrador, con quien no ha existido disputa por la militancia priísta del ejecutivo estatal y la de Morena del mandatario federal.

Para rematar ofreció responsabilidad y apertura, algo que podría encajarle a los legisladores locales y a la coordinadora de programas federales que están más preocupados en atender sus agendas personales y prisas proselitistas.