#LADYCHAQUETAS
10 de junio - 2019

Por Edgardo Cabrera

El viernes de nueva cuenta Lorena Cuéllar mostró que no es mujer de partido ni de instituciones, lo suyo es la deslealtad y la utilización del servicio público para satisfacer sus propias ambiciones políticas y económicas.

Resulta que sin importar que era día y horario laboral, amén de ignorar su envestidura de funcionaria federal, la coordinadora de programas de la delegación de la Secretaría del Bienestar acudió a un evento político.

Se trató de la asamblea de la agrupación “Amigos por Tlaxcala”, que busca convertirse en partido con registro estatal, y la cual es presidida por la ex líder sindical del 7 de mayo, Guadalupe Rodríguez Guzmán, y su marido, también ex secretario general de dicha agrupación, Pedro Erazo.

Ahí, en el Salón Mary de Chiautempan, Lorena Cuéllar apareció muy quitada de la pena, pero no sólo ella, también varios de sus incondicionales y funcionarios federales la acompañaron para hacerle el caldo gordo a la pareja que por años tuvo secuestrada la agrupación de burócratas estatales.

Las pruebas ahí están, desde videos hasta fotografías, se trata de un claro desvío de recursos públicos para fines políticos, también de una abierta traición a Morena, partido que le regaló la diputación federal de la cual goza una licencia ante la instrucción presidencial de ocupar el cargo de súperdelegada en Tlaxcala.

Pero pareciera que en el Movimiento de Regeneración Nacional varios ya están acostumbrados a las traiciones de Cuéllar, no olvidemos las amargas quejas de los militantes que fueron ninguneados por la funcionaria quien prefirió colocar a sus incondicionales en un puesto laboral en la delegación del Bienestar en lugar de los militantes del partido en el gobierno.

Es claro que estamos ante una mujer que prefiere darle prioridad a sus intenciones políticas que ponerse a trabajar en las tareas encomendadas por el presidente de la república.

Por ello, y aunque a sus plumas ladinas y pagadas les purgue, en su reciente visita al estado López Obrador la ignoró y no le mereció al más mínimo reconocimiento público a su labor al frente de la delegación del Bienestar, por el contrario, los magros avances en las metas lo llevaron a evitar hablar de cifras en la entrega de apoyos y, por el contrario, respaldar el programa estatal Supérate que lanzó Marco Mena. 

HABLANDO DE…

En eso del oportunismo político, no todos en Morena se han dejado adormecer por las mentiras de Cuéllar y menos por las lenguas viperinas de sus esbirros.

Es el caso de la senadora Ana Lilia Rivera, quien en entrevista con el periódico digital El Cuarto de Guerra, fue clara al afirmar que en su partido llegaron muchos oportunistas a los que sólo les mueve su interés personal, más no el de México y menos el de Tlaxcala.

Y si bien no quiso dar nombres, no se necesita ser ningún experto para concluir que la referencia era directa para la coordinadora de programas federales.

GARRAS LISTAS 

El viernes el Tribunal Superior de Justicia del Estado protagonizó uno más de sus lamentables capítulos en la tragicomedia protagonizada por los magistrados y consejeros de la judicatura.

Resulta que ni una semana le duró el gusto a Héctor Maldonado para regresar a la presidencia del poder judicial, el Tribunal Colegiado de Distrito le propinó un revés y tiró la suspensión provisional que le había concedido el juez tercero de distrito, con ello regresó Mario Jiménez al trono.

Será el martes cuando se resuelva el asunto de fondo pero todo parece indicar que no hay vuelta de hoja y los magistrados amotinados, juntos con los mustios consejeros de la judicatura, mantendrán el control del TSJE.

Ahora veremos con qué cara salen a presumir que derrocaron a un personaje que abusó del poder y favoreció sus intereses personales, cuando se revele la larga lista de amigos, compadres y familiares que ellos tienen incrustados en la nómina. 

No cabe duda, la cloaca se destapó y está lejos de que se cierre.