Las Guerras Morenas
30 de mayo - 2019

Por Mauricio Hernández Olaiz

A unas horas de que el emperador llegue a tierras tlaxcaltecas, las Guerras Morenas comenzaron ya. Se acabó la simulación, el golpeteo por la espalda y las reuniones conspirativas. El Bando encabezado por la virreina disparó primero y el congreso de Tlaxcala fue el escenario de la primera gran batalla de un choque en la que no habrá ganadores y solo habrá un gran perdedor, el de siempre, el pueblo de Tlaxcala.

Con el “Mayrazo”, que hoy colocamos a la par del albazo; pues aprovechando que el segundo periodo ordinario de sesiones está por concluir, los diputados afines a Mayra Vázquez, subalterna de Lorena Cuéllar, al grito de “yo soy la presidenta” comenzaron a votar para expulsar de la presidencia de la JCCP al prepotente y despistado Víctor Báez, para con ello tomar el control del sector más poderoso del congreso. 

Pero los Morenistas clones de Lorena, al oler sangre no se detuvieron ahí, también cortaron la cabeza del secretario parlamentario, Melecio Domínguez, personaje afín al ex edil de Zacatelco y a quién responsabilizaron de ocultar información vital con fines oscuros en favor del hoy ex titular de la junta.

Ciertamente el trabajo de Víctor Báez fue poco menos que mediocre, falto de liderazgo, más preocupado por cubrirse la espalda y acceder a suntuosos negocios al amparo del congreso, su prepotencia alejó a más de uno, sobre todo a los del otro clan moreno. Ligado al grupo de Joel Molina y del ex gobernador Álvarez Lima se sintió intocable y al final su grupo le dejo morir solo, en una batalla que ya tenían perdida desde antes de iniciar, por ello no tuvo de otra más que subir a tribuna y reconocer la derrota.

Pero el hecho de que ahora el clan virreinal moreno controle posiciones más destacadas al interior de la 63 legislatura, no significa en absoluto que el desempeño de los diputados y el trabajo legislativo por fin tome la seriedad y el respeto que le merecen al pueblo de Tlaxcala, sino solamente ocupar posiciones de privilegio político en su afán de perpetuarse al amparo del erario.

Y es que el inicio de las Guerras Morenas no solo tuvo el escenario de Allende 31, pues casi de manera simultánea la virreina; a través de sus medios oficiales, puso a circular una aparente encuesta que la pone, no en el cielo, en otra galaxia en cuanto a preferencias. Lorena supera ampliamente a cualquier personaje político, de cualquier color e ideología- si es que esta aún existe – tiene puntos hasta para regalar y aun así convertirse en la nueva jefa del ejecutivo, incluso no duda en incluir a los tiradores del otro bando moreno como Ana Lilia Rivera y Joel Molina, solo que en dicha encuesta; que solo algunos han visto y saben quién la hizo, están tan abajo que el mismo Luzbel casi les quema con su trinche.

Este uso faccioso de las encuestas por el sagaz equipo de Lorena; que es el mismo dream team que la llevó a la derrota en la pasada elección por la gubernatura, no les funcionó en aquella campaña y recuerdo que incluso días antes de la elección la daban como segura ganadora, sin embargo fue una colosal derrota, por lo que sus taimados operadores no tuvieron otra más que venderle el falaz argumento de “nos robaron la elección” y la ex senadora se las compró, a tal grado, de que hoy, sigue jurando que le afanaron la silla.

Pero ante el muy cuestionado trabajo de Cuéllar al frente de la delegación del Bienestar, y aunque jure y vuelva a jurar que la candidatura no le ocupa sino solamente la de cumplir con los mandamientos del emperador, la distribución de las encuestas y la guerra en el congreso demuestran claramente que el objetivo es, primero la candidatura y luego la victoria, pese a que ello la está orillando a cometer crasos desaciertos en su desempeño como servidora pública federal.

Las Guerras morenas han iniciado y parece no se detendrán hasta que alguno de los clanes sucumba o caigan los dos. Pero ante la puerta abierta de oportunidad, tal vez algún espabilado aspirante de otro color pueda aprovechar la coyuntura y dispare en el gusto electoral, herramientas tiene, pues los morenos de Tlaxcala, todos, han demostrado que su transformación es de cuarta y su ambición de primera.

Sin embargo la oposición sigue tan herida por el duro zarpazo de la presidencial, que se mantienen tendidos, inertes, incapaces de aprovechar el conflicto político en estas Guerras Morenas.

¿Qué sabrá el presidente?….

@olaizmau