¿Construyendo el futuro?
23 de mayo - 2019

Por Mauricio Hernández Olaiz

El programa de “jóvenes construyendo el futuro” se ha vuelto una verdadera pachanga en el estado. Demasiadas han sido las quejas en redes sociales de muchos de ellos en torno a que, algunos de los patrones asignados, lejos de enseñarles el oficio al cual fueron adscritos, son usados para todo tipo de actividades, todas ellas ajenas al verdadero espíritu del programa.

Las quejas más recurrentes provienen del congreso del estado, en donde el futuro de México es usado para traer los refrescos, las tortas, sacar copias, hacen mandados y sobre todo ocupar sillas en los malogrados eventos y foros que organiza el congreso.

Son porra fiel y aplaudidora de los “calienta curules”, hasta cadeneros en las oficinas de los diputados que no quieren verse molestados por los “tercos” reporteros de la fuente que buscan los posicionamientos de los “legisladores” luego de sus constantes ilegalidades y hierros legislativos.

Pero no solo en el congreso se cuecen habas, hay quejas de muchos de estos jóvenes porque han sido asignados a negocios, que vale la pena mencionar, no son garantía de éxito en el futuro para los  llamados NINIS. 

Aunque el programa es claro en cuanto a que los centros de trabajo que soliciten a los futuros aprendices deben contar con requisitos específicos y capacitación obligatoria, muchos de ellos han sido enviados a empresas que los han utilizado en actividades que deben ser cubiertas por el patrón, es decir, vendedores, meseros, guardias de seguridad, personal de limpieza o mensajeros.

 Pese a que el espíritu del programa, que según datos de la oficina que controla Lorena Cuéllar, también de apellido Cisneros, es de 15 mil 980 inscritos al momento, es el de que los jóvenes aprendan oficios como carpintería, mecánica, electricidad, contabilidad, enfermería, incluso artes como pintura, música o teatro, sin embargo en Tlaxcala, las empresas que ha permitido la delegación del bienestar, van desde restaurantes (entre ellos bares y cerveceros), lavados de auto, comercios de joyería, zapaterías y hasta negocios de pollos rostizados.

Recordemos que este es un programa de capacitación para transferir habilidades laborales y competencias a los aprendices. NO UN PROGRAMA DE SUBSIDIO AL EMPLEO.

Así pues aquellos que construirán el futuro preparan micheladas, sirven mesas, entregan pollos, calzan zapatos, trabajos que bien pudieron encontrar sin necesidad de la beca gubernamental. Algunas empresas se han aprovechado del programa para evitar los costos de pagar esos meseros, cheleros, lavadores, y hasta personal de intendencia, en una medida por demás atroz y que en nada abona al proyecto.

Muchos jóvenes han decidido mejor dejar esos empleos, pues precisamente de ellos huían antes de la llegada del Peje al poder, pues no los consideraban como viables para su proyecto futuro de vida.

Pero no todos los becarios son los buenos de la película. Hay reportes de negocios que se han quejado del tipo de jóvenes que les han asignado, pues afirman que llegan tarde, se van temprano, no hacen caso de las indicaciones o de la capacitación, además de que son altaneros y desvergonzados. “Usted no es mi jefe, sino López Obrador, pues es él quién me paga”, son los argumentos que algunos utilizan cuando son reprendidos por sus superiores.

Incluso no son pocas las evidencias en redes del uso que le dan a sus pagos muchos de ellos, pese a que poco o nada aportan a su propio desarrollo. 

Entre empresas y becarios abusivos, en Tlaxcala, el proyecto de “jóvenes construyendo el futuro” parece que no podrá cumplir con el ideal del presidente. Pero por supuesto no podemos generalizar, seguramente habrá varios que cumplan con el objetivo, ojalá se sepa más de ellos.

La Gira….o ¿de qué la Gira?

Me llama poderosamente la atención que la Licenciada Marlene Alonso, se la pasa de foro en foro por todo el estado hablando de la importancia de la protección de los datos personales. Seguramente eso no tendría mayor relevancia salvo que la mayoría de estos foros en los que participa la presidenta de la IAIP, son acompañados por ponentes expertos en los temas de la cultura de la paz y la Mediación, la justicia alternativa y la relevancia que debe tener en la sociedad la resolución de los conflictos a través de la mediación.

Pese a estar rodeada de expertos certificados en mediación, muchos de ellos amigos de ella, la titular del Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Tlaxcala, no ha querido sentarse a arreglar las diferencias con David Cabrera Canales y José Morones Servín apoyada, precisamente, de un mediador experto.

Claramente ninguna de las partes quiere resolver el asunto, aprovechando que los juicios políticos en contra de todos ellos duerme el sueño de los justos en el congreso, mientras que el diputado presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, Gobernación y Justicia y Asuntos Políticos, Jesús Rolando Pérez Saavedra, hace como que la virgen le habla.

Yo supondría que Alonso, como la presidenta, debería de estar preocupada por sacar del marasmo a la IAIP. Qué de ella salga la intención de mediar con sus colegas comisionados, por lo menos intentarlo, desafortunadamente para los tres es mucho más fácil estirar la mano, cobrar puntualmente la quincena mientras que el Instituto de Acceso a la Información Pública y Protección de Datos Personales del Estado de Tlaxcala se vuelve solo un ente ocioso y que nos cuesta mucho dinero a todos los Tlaxcaltecas.

@olaizmau