SMOG EN TLAXCALA
15 de mayo - 2019


Por Edgardo Cabrera

Alarma y consternación generó entre los tlaxcaltecas la contaminación atmosférica que invadió buena parte del territorio estatal, aunque la mayor incidencia se pudo apreciar en la capital y la zona conurbada.

Y no se trata de que el smog de la Ciudad de México o de Puebla se haya trasladado a nuestra tierra, sino de las condiciones del medio ambiente y, aunque nos resistamos a creerlo, nosotros somos en buena parte también culpables de la mala calidad del aire por quemas agrícolas, incendios de lotes baldíos y el creciente uso del vehículo particular como medio de movilidad. 

De acuerdo con datos oficiales, la cantidad de partículas suspendidas menores a diez micras se disparó hasta 111 por millón, cuando lo “normal” es que en Tlaxcala capital ronden entre 25 y 35, amén de que el límite histórico alcanzado es de 75.

En cuanto a monóxidos, dióxido de nitrógeno y otros gases, estamos por debajo de los límites, algo que no es así en la Ciudad de México cuya problemática ambiental es distinta, de ahí que se explique el porqué hasta el momento en la entidad no se ha declarado contingencia ambiental y se hayan suspendidos actividades físicas al aire público o en escuelas.

Pero no se trata de echar las campanas al vuelo, ya que la entidad no había tenido un aire tan sucio como el del lunes, derivado de las condiciones climáticas (principalmente la ola de calor y la ausencia de lluvias que no disipan las partículas) y los constantes incendios.

La nata grisácea que se apreció nos debe dejar la lección de que Tlaxcala ya no es aquel territorio aislado de la contaminación e inmune a los problemas del aire que tanto afectan a otras ciudades.

EL FRACASO DE LA CAME

Por cierto que la contingencia ambiental en la CDMX deja en evidencia que la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAME) fracasó en la tarea de mejorar la calidad del aire y los ecosistemas de las seis entidades conurbadas del centro del país que integran este órgano.

En la Metrópoli suman 4 días de mala calidad del aire, principalmente por incendios, y la CDMX reconoció que no hay protocolo para esta emergencia.

En Tlaxcala, ante los efectos de la contaminación y la ausencia de acciones o directrices de la CAME, la CGE emitió recomendaciones para enfrentar esta situación, como usar cubrebocas cuando la gente salga a la calle para evitar respirar las partículas que se encuentran suspendidas en el ambiente, y exponerse lo menos posible al sol.

Luego de tantas exigencias, responsabilidades y metas planteadas por la Comisión Ambiental, es claro que no alcanzaron para prevenir estos escenarios. A ello hay que sumar que el Gobierno de la 4T redujo el presupuesto de Conafor para combate de incendios.

JALÓN DE OREJAS

De nuevo el presidente López Obrador le propinó un jalón de orejas a los súperdelegados estatales y coordinadores de los «Servidores de la Nación».

Fue el lunes durante una reunión de trabajo realizada a puerta cerrada en Palacio Nacional que el mandatario les advirtió a sus funcionarios, incluidos los integrantes de su gabinete legal y ampliado, “dejar el escritorio y trabajar en territorio”.

Y es que como en el caso de Tlaxcala, la representante de los programas federales, Lorena Cuéllar, anda más ocupada en su promoción política por su enfermizo deseo de ser gobernadora, que en ponerse a trabajar.

Aunque quiera endilgarle a sus subordinados la falta de resultados y los atrasos en la entrega de apoyos, la realidad es que ella es la única responsable, basta recordarle que fue quien impuso a cuates, compadres, maquillistas, choferes y lamebotas en la delegación del Bienestar. 

Sabía muy bien de la calaña que se rodeaba, la misma que la llevó a la derrota en las elecciones pasadas por su falta de trabajo y gusto por el hedonismo, de ahí que no tenga porqué decirse sorprendida o espantada.  

CONTRADICTORIO 

Como ya nos tienen acostumbrados, en Morena no se ponen de acuerdo unos y otros, desde el presidente López Obrador, hasta sus subordinados o aliados.

Para muestra el consejero político de Movimiento Regeneración Nacional, Alejandro Rojas Díaz Durán, quien planteó que los funcionarios federales que manejen programas sociales renuncien con tres años de anticipación, si es que tienen aspiraciones electorales.

Y para ser sinceros, tiene razón, es el caso de virreina quien por esas ambiciones ni picha, ni cacha, ni deja batear.

Sin embargo, otros en su mismo partido, alientan el uso de los recursos públicos para promocionar su imagen y ese, además de Lorena, es el caso de los levantadedos locales que insisten en ejercer los fondos “moches” para nutrir su capital político de cara al 2021.