Por Edgardo Cabrera

Con el ojo cuadrado se quedaron varios lorenistas tras la llegada del ex dirigente estatal del PRD; Luis Macías Laylle a la delegación federal del Registro Agrario Nacional en Tlaxcala.

Y es que mientras los corifeos de la súper delegada aguardan con impaciencia el puesto que les prometió (tras el reparto de oficinas que hizo unilateralmente desde que se enteró que iba a ser coordinadora de delegaciones), en los hechos siguen entregándose esas posiciones desde la cúpula presidencial y con la sugerencia de otros tlaxcaltecas morenos.

En el caso del también ex diputado local, nos cuentan que la recomendación vino directamente del ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya quien, sin tanto ruido, ha ido incrustando a los suyos en posiciones claves del gobierno federal.

Además de Macías Laylle, también fue designado Miguel Ángel Quiroz Romero al frente de la Procuraduría Agraria, quien de igual forma trae el impulso de Sánchez Anaya y la venia del senador Joel Molina.

Quiroz Romero fue candidato a diputado local por la vía plurinominal de Morena en el pasado proceso electoral, y se le recuerda también por ser subsecretario de Fomento Agropecuario y presidente de la fundación Produce en los tiempos en que el PRD gobernaba Tlaxcala.

Llama la atención que la coordinación de delegaciones mantuvo con total sigilo y sin mayor promoción ni difusión la designación de ambos personajes, lo cual ocurrió desde principio de este mes, y es claro que el objetivo era no agitar las aguas ni generar malestar hacía aquellos que se frotaban las manos por esas posiciones.          

Por cierto que a estos nombramientos seguirán en cascada otras designaciones más, entre ellas los 7 subdelegados y coordinadores que ordenó López Obrador que se envíen a cada entidad para “reforzar” a los súper delegados, aunque en los hechos se trata de cercar su margen de maniobra e injerencia ya que estas nuevas figuras también serán nombradas desde la Presidencia de la República para responder directamente al ejecutivo federal. 

MÁRTIR DE LA CUARTA

A colación de los ajustes en la estructura del gobierno federal en Tlaxcala, pésima estrategia escogieron los lorenistas contra Perla López Loyo quien sigue cobrando como delegada del ISSSTE y ahora hasta mártir la están haciendo por sus recurrentes ataques.

La campaña negra ha incluido desde la supuesta existencia de una epidemia de bacterias en los centros de salud del instituto, hasta refritearse informes de la Auditoría Superior de la Federación (de los cuales muchos ya fueron subsanadas observaciones) para develar la “trama rusa a la tlaxcalteca”.   

En el extremo, la propia virreina ha llegado a las oficinas de la delegación, con uno de sus compadres que es médico en el hospital del ISSSTE de la capital y al que le prometió el cargo, para exigirle a López Loyo su renuncia por escrito.

Lo cierto es que todo se trata de una calentura para cobrar una revancha política del pasado entre Lorena y Perla.

Si bien los días de la ex orticista y ex marianista están contados al frente de la delegación federal, también es cierto que será el titular del ISSSTE quien lleve mano en el nombramiento del nuevo representante en Tlaxcala, tal y como ocurrió en el IMSS.