Por Iliana Navarro D

El “Carnaval Tlaxcala 500 Años” logró atraer a más de 60 mil visitantes, y generó una derrama económica superior a los 49 millones de pesos.

Las cifras de la Secretaría de Turismo del estado advierten que los festejos conmemorativos a los 500 años del Encuentro de Dos Culturas van viento en popa.

Recordemos que uno de los principales propósitos de esta estrategia de promoción es aumentar el turismo, y el Carnaval 500 Años permitió que 15 mil 350 turistas pernoctaran por lo menos una noche en los hoteles de la entidad, lo que representa un incremento del 7.3% con relación al año pasado.

Visitantes de Puebla, Ciudad de México, Hidalgo, Estado de México y Veracruz, contribuyeron a que el Carnaval de Tlaxcala se consolide como un producto turístico imprescindible, y eso se refleja en las estadísticas, pues de 2017 a la fecha, esta fiesta registra un crecimiento del 14.7 por ciento en el número de visitantes y un 26.1 por ciento de incremento en la derrama económica.

EL RESTAURANTE DE DOÑA “HONO”

Y ya que hablamos de turismo, resulta importante que las autoridades estatales decidieran respaldar la instalación del nuevo restaurante de doña Honorina Arroyo, ganadora del concurso Master Chef México 2017.

El restaurante “Honorina, el Gran Sabor de Tlaxcala” abrirá en la capital del estado, junto a la Casa de las Artesanías de Tlaxcala.

Se dice que los comensales podrán degustar más de 30 platillos tradicionales preparados con las recetas que a doña “Hono” le permitieron obtener el primer lugar en el certamen de cocina más importante del país.

Sin duda, es una buena oportunidad para impulsar la riqueza gastronómica de Tlaxcala.

¿LEGISLACIÓN FALLIDA?

Los diputados locales se montaron a la moda de prohibir el uso de popotes, unicel y bolsas de plástico, en pro del ambiente.

Dicen que así lograrán inhibir el uso desmedido de productos plásticos derivados de polietileno y poliestireno.

Sin embargo, demuestran nuevamente su pereza para abordar problemas con base en sustento científico y datos fundamentados.

Nadie puede negar que el manejo de residuos sólidos es una problemática mundial, pero es mejor educar que prohibir.

La problemática de fondo no es la basura, sino el manejo inadecuado de la misma, por lo que la solución debe venir de la mano de la participación informada y responsable de la ciudadanía, que es la que consume los plásticos.

La industrial, y el gobierno, por supuesto, son corresponsables también. Sin embargo, la decisión es del consumidor. Y en una sociedad democrática y moderna las prohibiciones no pueden estar por encima de la información, que deben ser la base de toda política pública.

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