Sinvergüenzas
8 de febrero - 2019

Por José Luis Ahuactzin

La sesión legislativa pública del jueves, verdaderamente dejó estupefactos a los asistentes por la participación de diputados patito que lo mismo cambian de máscara como de escenarios, que hacen del Honorable Congreso tierra de herreros.

Mientras que un diputado, por ese simple hecho de ser diputado y persona, se debe proteger ante gritos e insultos de los asistentes, pese a que las ideas sean por sí mismas contrarias a las de los demás; lo cierto es que la sociedad no confía en ellos, por ese doble discurso, por mentiras, por sinvergüenzas, aprovechados de la sociedad, falta a la verdad, transparencia, y respeto.

Los rastreros y títeres de la calle Allende, número 31, a 5 meses de haber asumido el cargo, dejaron claramente que lo suyo no es legislar, sino saquear el presupuesto, este año al asignarse 235.1 millones de pesos

Pero qué se puede esperar de diputados patito que demuestran su falta de cultura, su poca educación que de plano no saben leer ni pronunciar sus dictámenes y, en su mayoría no todos, sus participaciones son altaneras y rayan en ser locos desatados o simplemente payasos.

El salón de sesiones en Pleno del Congreso se ha convertido en ring político, donde es igual acusar, denostar, insultar, que “legislar”, todo por igual; en el que la razón, la justicia, el respeto ha quedado en segundo lugar, pero no porque no lo sepan, sino porque simplemente no lo mamaron desde su hogar.

Con la publicación del Presupuesto de Egresos 2019, saldrá la verdad a flote y serán los mismos diputados víctimas de sus palabras, sus mentiras y su versión “tergiversada” como suelen acusar.

Es así, o cómo serán recordados los diputados de la cuarta transformación que defienden “es un honor estar con Obrador…”, pero que en los hechos sólo es sólo simulación, donde exhiben sus carencias.