ENEMIGA EN TURNO
23 de enero - 2019

Por Edgardo Cabrera

La senadora Ana Lilia Rivera se convirtió en la enemiga en turno de la virreina y sus vasallos, contra ella dirigieron ahora sus baterías en la guerra intestina que mantienen en contra de sus correligionarios que hozan brillar más que la súper delegada.

Resulta que a la oriunda de Calpulalpan la quieren intimidar para que no rinda un informe de labores legislativas, teniendo como sede la capital del estado el próximo 27 de enero. Y es que estos enfermos de poder consideran que dicho acto se traducirá en su pre destape para la gubernatura.

Y la realidad es que ¡sí!, la presencia de la senadora, quien estará acompañada de su correligionario José Antonio Álvarez Lima, vendrá a eclipsar a Lore y sus huestes quienes -con cada día que pasa- siguen abriendo frentes ante la imposibilidad de cumplir su palabra de convertir la coordinación de delegaciones federales en agencia de colocación de empleo para sus allegados.

En contraste, doña Rivera ha empezado a tejer fino sin prometer lo que no puede dar, recordemos aquella reunión con diputados locales a los que embarcó para que incrementaran los recursos para el campo y éstos, de forma gandalla, intentaron etiquetarse esos fondos a conveniencia, de ahí que no resulte extraño que la morenista no haya emitido ningún pronunciamiento tras el veto del ejecutivo al presupuesto estatal.

Por lo pronto la senadora difícilmente se quedará de brazos cruzados y cederá a los amagues e insultos del lorenismo, de ahí que este domingo mostrará músculo político en el acto programado en el Centro Expositor de Tlaxcala.

Lo más interesante será ver: ¿quién o quiénes serán sus invitados de honor?, algo que dejará sorpresas y sorprendidos.

ENGAÑADOS

Los sindicalizados pecaron de ingenuos, pasaron de ofendidos a acusados, y es que resulta que los levantadedos les alistan denuncias penales por irrumpir violentamente en el congreso la semana pasada y supuestamente agredir a algunos empleados.

Serán precisamente esas denuncias las que intenten utilizar como moneda de cambio para retractarse de su palabra empeñada en una minuta signada y mediante la cual se comprometieron a no recortar partidas del ejecutivo que les afectarán directamente en los rubros de salud, pensiones y percepciones salariales.

Tras acudir a la sesión ordinaria del martes (la que por cierto se realizó a puerta cerrada por temor a nuevas protestas), el líder del sindicato 7 de mayo, Edgar Tlapale, advirtió que crece la sospecha entre la burocracia de que les tomaron el pelo.

Por lo pronto, advirtieron que seguirán las protestas al tiempo de que esperan que, tal como lo ofreció el presidente López Obrador a la clase trabajadora, adecuen el presupuesto para que se les otorgue un aumento salarial de al menos 16.4 por ciento.