Una serie de abusos legislativos
9 de enero - 2019

Por Iliana Navarro D

Ante los excesos cometidos por el Congreso local, el Ejecutivo estatal no se quedó de brazos cruzados y envió al legislativo diversas observaciones al Código Financiero y al Presupuesto de Egresos para el ejercicio fiscal 2019, así como a la aprobación de la nueva Ley de Austeridad, las cuales deberán ser analizadas en términos de ley.

El punto nodal de este asunto es que el Legislativo estatal trasgredió el principio de colaboración entre Poderes, en agravio del uso eficiente del gasto público, lo que pintó de cuerpo completo a los diputados de la llamada “Cuarta Transformación”, al evidenciar su ignorancia supina, invadiendo esferas que no les competen.

El bloque de diputados liderado por Morena se vio ambicioso, de entrada, al imponer una ley que le dice a los otros poderes y municipios cómo gastar los recursos que se les asignan, lo que a todas luces viola su autonomía presupuestal.

En el caso del gobierno estatal, es preocupante que se demande una disminución de sueldos y salarios, sin que haya un estudio de por medio que lo determine, aunque en medios nacionales se ha ventilado que los ingresos de la burocracia tlaxcalteca son de los más bajos del país.

A la buena de Dios, los congresistas buscan “eliminar privilegios” que suponen que existen, pero no conocen, y la prueba es que quieren eliminar el módulo médico y los servicios de salud, sin que para ello hayan planteado al menos un mecanismo que los sustituya.

Por otra parte, crearon un fondo para obras en los municipios por 250 millones de pesos, a partir de los recortes que autorizaron a rubros sensibles como seguridad pública, educación básica, desastres naturales, Pensiones Civiles y previsiones.

Lo malo es que, sin tener atribuciones de ejecución de obras, pretenden designar qué proyectos se realizarán en los municipios; también, quieren expedir las reglas de operación del fondo, lo cual es facultad del Ejecutivo y, por si fuera poco, distribuyeron los recursos de un modo arbitrario, dejando fuera a varias municipalidades que muestran rezagos en la materia. A ello se suman las declaraciones del diputado Milton López Avendaño, quien ventiló que, sí se contemplaron recursos para infraestructura en los municipios, fue para pedir “moches”.

Sería plausible que exista sensatez de parte de los diputados para reconocer sus errores, y que con humildad corrijan lo que se tenga que corregir, porque si el gobierno estatal no se está rigiendo por colores partidistas, los representantes populares deben manifestar apertura para dialogar, pero también congruencia para cumplir en los hechos con los compromisos que asumieron con la ciudadanía, porque hasta ahora no han disminuido sus dietas, pero se auto asignaron un incremento presupuestal  que va directamente a gasto corriente, es decir, sueldos y salarios.

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