El cambio viene desde dentro
11 de diciembre - 2018

Por Fernando Tamayo

Corren los primeros días del llamado Gobierno de la “Cuarta Transformación” y lejos de comenzar la construcción del país que todos deseamos y que la corrupción, impunidad y opulencia se vayan eliminando del acontecer político nacional y local, tal pareciera que efectivamente hoy somos participes de una nueva realidad, sí, aquella donde los miembros de MORENA parecen servirse con la cuchara grande, a la par de que el Presidente de México destroza las instituciones.

Por lo que hace a la forma tan peculiar en que se entiende la “Austeridad Republicana” por parte de aquellos que integran esta “nueva historia” nos enteramos en Gentetlx que la ex Senadora Martha Palafox recientemente adquirió una propiedad, ex Hacienda para ser exactos, valuada, según anuncios inmobiliarios por la austera cantidad de 20 millones de pesos. Lo anterior sin incluir las remodelaciones necesarias que un bien de este tipo requiere.

Con tremendo festejo y echando la casa por la ventana, la ex aspirante a la gubernatura dio cuenta que lo suyo no es vivir en la modesta medianía, sobre todo porque la celebración en la Hacienda La Noria evidenció los excesos que la vida política puede otorgar.

El hecho pasaría desapercibido si se tratara de alguna otra persona cuya actividad económica fuese distinta, sin embargo, cabe resaltar que antes de despachar en el Senado, la oriunda de Huamantla realmente vivía en la modesta medianía. Bajo esta tesitura la pregunta no puede ser otra qué ¿Cuáles son las acciones que tuvo que impulsar la aliada de MORENA para obtener los dividendos suficientes que permitan hacerse de un lujoso inmueble?

De acuerdo a los principios que, al menos en el discurso, imperan en la nueva dinámica política de México resulta obligatorio investigar el origen de los recursos que sirvieron de base para consolidar esa operación y con ello dar muestra de que esta nueva etapa en la política nacional tendrá como característica principal el combate a la corrupción y con ello evitar la impunidad. Al tiempo.

DESDE LA BARRERA

De pena ajena es cómo podríamos definir el “informe” de labores de la Presidenta del Instituto de Acceso a la Información de nuestra Entidad, el justificar sus escasos resultados culpando a sus compañeros consejeros resulta lamentable y hasta ocioso. Una institución tan importante requiere personas que verdaderamente se encuentren comprometidas con la transparencia y el acceso a la información, la deslegitimación de dicho ente pone en tela de juicio el actuar de todos aquellos que la integran. Esperemos que el Congreso del Estado actué en consecuencia y otorgue de nueva cuenta el papel fundamental que dicho instituto juega en la vida democrática de Tlaxcala.

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