Manotazo
19 de noviembre - 2018

Por Edgardo Cabrera

La soberbia y el protagonismo ya le cobraron factura a la virreina Lore, y es que nos enteramos que recibió la instrucción de colaborar en todo con el gobierno estatal y dejar de buscar problemas y conflictos donde no los hay.

Aunque sus súbditos y plumas ladinas lo duden, es real que el encuentro entre el presidente electo López Obrador y el gobernador Mena fue de construcción de acuerdos y de poner las cosas en claro.

Y para que no quedaran dudas, semanas atrás, en aquella reunión realizada en Palacio de Gobierno estuvieron miembros del gabinete estatal pero también de Morena entre ellos el dirigente local, Joel Molina, los senadores Ana Lilia Rivera y Álvarez Lima, así como la monarca de Lorelandia.

Ahí se advirtió que si bien existirá en Tlaxcala a partir de diciembre una coordinadora de delegaciones, su tarea será meramente administrativa ya que el cabildeo y las tareas políticas con la administración de AMLO seguirán encabezadas por el mandatario estatal.

Pero al parecer dicha indicación no le quedó claro a la virreina ya que se mantuvo alentando conflictos. En el Congreso local les dio cuerda a algunos de sus vasallos para disputarse los órganos directivos y hasta desconocer el presidente de la JCCP; luego utilizó a otro de sus lamebotas para provocar un conflicto con el sindicato de salud y ahora anda agitando las aguas entre los burócratas al impulsar la creación de un ente antagónico al 7 de mayo.

Para rematar, se quiso agandallar la magistratura vacante en el Tribunal Electoral de Tlaxcala y actualmente metió la nariz en el proyecto de presupuesto estatal enviado por el gobernador.

Ante ello, nos cuentan desde el gobierno electo, la indicación es que busque canales institucionales ya que en Tlaxcala han encontrado una administración respetuosa y aliada, por lo que le exigieron que deje atrás las diferencias políticas, que amarre a sus perros y se conduzca con respeto institucional.

Asimismo se le expuso que una vez que asuma la coordinación de delegaciones federales deberá ofrecer al gobierno estatal toda la información de los programas, así como conocer los propios que están en marcha –como el de becas- para trabajar de manera coordinada.

Seguramente, como es su costumbre, persistirá en su política de confrontación e ignorará el llamado lo cual le costará muy caro porque ya vimos que a Andrés Manuel no le gusta que lo desobedezcan y menos que su gente provoque conflictos donde no existen.

OTROS ALIADOS

A colación del nuevo gobierno, es claro que el gobernador Marco Mena tiene otros aliados que cuentan con igual o mayor influencia que la virreina.

Además de los senadores Ana Lilia y Álvarez Lima, con los que hay buen entendimiento y trato institucional, a la lista se agrega el ex gobernador Alfonso Sánchez Anaya.

Dado que el también ex senador asumirá el cargo de Oficial Mayor de lo que será la Secretaría de Seguridad que encabezará Alfonso Durazo, se convierte en un poderoso aliado con Tlaxcala para reforzar la política de combate a la delincuencia.

Para nadie es desconocido que Sánchez Anaya terminó desencantado con la virreina luego de que se mostró soberbia cuando migró del PRI al PRD, ya que si a alguien le debe agradecer su llegada al senado es precisamente al ex gobernador quien metió las manos al fuego en aquellos tiempos cuando nadie creía en ella por su pasado plagado de traiciones, algo que por cierto mantiene como su principal negativo.

De ahí que en materia de seguridad el conducto será, seguramente, Sánchez Anaya y no la virreina como anda pregonando.