Desesperanza azul
5 de noviembre - 2018

Por Edgardo Cabrera

En el PAN parece que andan tan desesperados por no perder las riendas de la dirigencia estatal que poco les importó postular a un tipo que no tiene palabra, ridículo, ambicioso, opaco y desleal.

Y es que en realidad hay muy poco de donde escoger en el grupo que detenta el poder dentro del albiazul de ahí que el ex alcalde denunciado penalmente por malversación de recursos en la capital del estado, Adolfo Escobar, y la ex candidata por la gubernatura, Adriana Dávila, acordaron cerrar filas para apoyar al Angelote.

Para el caso particular de la diputada federal apizaquense el cuestionamiento y la crítica es mayor porque, al parecer, perdió la memoria, recordemos que semanas atrás el oriundo de Apetatitlán arremetió severamente en su contra por medio de un video subido en redes sociales, precisamente cuando empezaron a moverse los intereses internos en pugna por la presidencia del partido.

Pero no es la única ocasión en que el Angelote mordió la mano de quien le dio de comer y lo llevó a las mieles del poder, recordemos aquella rabieta porque no lo apoyó para entrar a la lista pluri al senado por parte del azul, y que incluso el berrinche terminó en aquella ridícula protesta en el CEN donde este ambicioso se encadenó y se colocó un bozal.

El descaro no termina ahí, en aquellos tiempos en que detentaba una curul en el Congreso local y presidía uno de los órganos directivos, a este protagónico personaje se le ocurrió rendir un informe al que invitó a la “crema y nata” de su partido, entre ellos a la entonces senadora Adriana Dávila, de la que no le mereció el más mínimo agradecimiento público, algo que sí hizo con su amante.

Ahora, ilusamente Dávila piensa que será distinto, lo cierto es que volverá a tropezar con la misma piedra porque es claro que a quien presumen como el candidato de la “unidad”, es un personaje desesperado porque perdió todo poder político y económico desde que no pudo, por lo menos, conservar el bastión que presumían en Apetatitlán.

Para rematar

Por cierto, ayer al cerrar filas a favor del Angelote, se aventaron la puntada de denunciar la supuesta injerencia de Morena en el proceso interno azul.

La realidad es que antes de mirar afuera deben revisar en su interior ya que es ahí donde tienen el verdadero enemigo disfrazado de inocente cordero.

En cambio, aseguran que la diputada federal suplente, la neo morena Claudia Pérez, es quien se encuentra detrás de Gilberto Temoltzin, Miguel Ángel Polvo y Benjamín Ávila, quienes también ya sacaron las garras en disputa por la dirigencia.

Lo cierto es que a Pérez Rodríguez no le faltan ganas por cobrar revancha a su ex partido, y en particular en contra de Dávila Fernández a quien culpa de no haber sido diputada federal hace 3 años, sin embargo, también es cierto que la juez anda más preocupada por mantenerse alineada en el peje partido para no perder la oportunidad de subir a la diputación ante la amenaza de la propietaria y vice gobernadora, Lore Cuéllar, de ejercer de forma simultánea la curul y la coordinación de delegaciones federales en Tlaxcala.

Tercero en discordia

En esto de la disputa panista, veremos hacia qué lado se mueve el actual dirigente estatal y diputado federal Carlos Carreón.

Y es que ya vimos que pese a su cara de no romper un plato, resultó más hábil que todos aquellos personajes que presumían alcurnia dentro del partido Acción Nacional.

Como pateando un bote, negoció en la coalición de la pasada elección federal dejando para su partido la cabeza de la fórmula al senado y dos candidaturas a diputaciones federales, para rematar se coló en la lista nacional de pluris a la Cámara Baja y por poco hasta impone a una diputada local por la vía de la representación proporcional.

Será por ello y el temor que les genera la estrategia mustia de Carreón que adrinianistas, adolfistas y camajanes azules decidieron formar un bloque. Es pregunta, aclaro.