Descaro
19 de octubre - 2018

Por Edgardo Cabrera

En Papalotla la burla a la ley llegó al grado del descaro solapado por un ex diputado local, y es que ayer jueves se manifestó un grupo de mototaxistas en demanda de que no se “tolere” el ingreso de más personas que ofrezcan dicho servicio ilegal.

Fue Alberto Amaro, también ex alcalde de ese lugar, quien arengó a los inconformes para realizar una protesta frente a la alcaldía donde, de paso, de igual forma exigió al presidente Jesús Herrera Xicohténcatl, redoblar la seguridad pública.

Si bien el tema del transporte no concierne al ayuntamiento, el asunto es que las autoridades municipales han consentido, administración tras administración (entre ellas la de Amaro), el funcionamiento de los mototaxistas, incluso, les han fijado cuotas para que los policías se “hagan de la vista gorda” y no los infraccionen o detengan.

Por ello es que ayer el grupo de transportistas piratas se sintieron con derecho de acudir a manifestarse y exigirle al alcalde en funciones frenar el ingreso de más de estas unidades.

Lo cierto es que si durante varios años han operado al margen de la ley los mototaxis en Papalotla y municipios aledaños, no extrañe que plataformas digitales que ofrecen el servicio de transporte también sigan operando con o sin regulación bajo la protección de los municipios, al fin y al cabo: “o todos coludos, o todos rabones”.

Gandalla

Otro caso de ilegalidad, alentado desde los gobiernos municipales, se encuentra en Totolac, donde el siempre ocurrente presidente Giovanni Pérez Briones determinó privatizar la vía pública para cobrar estacionamiento durante el periodo de la Feria de Tlaxcala.

A diferencia de lo que ocurre con los parquímetros donde existe (en teoría) un reglamento para regular el cobro y el destino de los recursos, en Totolac, por los pantalones del edil y sin decir agua va, ordenó pintar cajones de estacionamiento sobre la avenida Tlahuicole.

Aún se ignora cuánto cobrará el simpático Giovanni por aparcarse en el territorio que malgobierna, pero tradicionalmente el sablazo ronda entre los 40 y 100 pesos, según la hora y lo gandalla que resulte el cobrador en turno.

Los comerciantes aledaños que levantaron la voz contra la medida del ayuntamiento estiman que la cantidad que recaudará es millonaria y que se irá directamente al bolsillo del presidente cuyo gobierno se ha caracterizado por una ola de inseguridad y deficientes servicios públicos.

La voracidad del edil dejará sin esos ingresos de estacionamiento a comercios y vecinos que esperaban con ansias esta temporada para llevarse unos cuantos pesos extras para sus familias.

Conteo

Concluye una semana más de ineficacia y dejadez en el Congreso del estado. Los conflictos municipales siguen sin ser atendidos, ni desahogados los juicios políticos que están abiertos desde la legislatura pasada.

En contraste, la mayoría reinante en la legislatura ha emprendido una ofensiva con sus fifís para tratar de trasladar la responsabilidad al Ejecutivo.

¿Hasta cuándo se pondrán a trabajar los levanta dedos?, eso sí, han cobrado puntual y religiosamente sus dietas.