Los vicios ocultos en obra pública
8 de octubre - 2018

Por David Pérez Toriz

No es cosa ajena para los ciudadanos, saber, conocer e incluso vivir en carne propia desperfectos de la obra pública que ejecuta el gobierno federal, estatal y municipal, la cual debería cumplir con la normatividad e incluso la funcionalidad en respuesta a satisfacer necesidades de las familias, vecinos y habitantes o usuarios. Pero el concepto de vicios ocultos lo desconocemos como tal; solo nos remitimos a decir quedo mal la obra o los trabajos los hicieron mal hay mucha razón.

Los vicios ocultos o defectos constructivos es un tema previsto en nuestra legislación en la Ley de Contrataciones existe un apartado que pudiese resolver y garantizar un trabajo para el bien común de una sociedad. No obstante, países como Argentina, México, Colombia o España emplean este tipo de conceptos. Un vicio se traduce en un error, que puede ser intelectual cuando se presenta en el proyecto de una obra, o material cuando se expresa a través de un defecto constructivo o de la errónea utilización de un material.

La mayoría de los trabajos de obra pública son recibidos, el empresario o constructor quedará libre por los vicios aparentes en algunos casos pueden ser corregidos o lo clásico así que se quede cuando son visibles, lo complicado del caso es al momento cuando no hay advertencia en la entrega sobre los vicios ocultos principalmente en construcciones enterradas agua potable, drenajes, cimentaciones, pavimentaciones, instalaciones eléctricas, hidráulicas etc que con el tiempo causan daños considerables.

En muchas obras de carácter público el contratista arruine por vicios de construcción no responde por los daños y perjuicios de la obra e incluso se ha causado daños a terceros, se supone que debe existir responsabilidad en quien ejecuta la obra pero no es así y menos las dependencias se hacen cargo de los daños causados.

Recientemente en el municipio de San Luis Teolocholco la red de agua potable cambiada el año pasado con los trabajos de imagen urbana, el tubo de PVC por la alta presión del agua se desconectó saliendo el agua por una vivienda afectando a vecinos de la calle principal resultado de no emplear conectores (bridas) de mayor capacidad de resistencia, durabilidad y desde luego el precio que es más elevado. Por lo que para solucionar el problema se tuvo que comprar, pero quienes hicieron el trabajo ya no metieron las manos, sino el municipio tuvo que enfrentar la problemática social y de la reparación, casos como estos hay muchos a lo largo y ancho del territorio tlaxcalteca.

Se supone que la garantía de una obra por lo menos debería de ser de un año, aunque con base a la normatividad debe ser durante su vida útil   de por lómenos 10 años  sin alterar las condiciones de trabajo normal.

Otra problemática es que los trabajadores muchos de ellos solo hacen las cosas al trancazo, se tardan, lo hacen como pueden, total solo van a estar el tiempo que esta la obra y se van dejando problemas  a los usuarios. La supervisión de la dirección de obras públicas es casi nula, las exigencias no se presentan por que pagaron poco al constructor, aun que presentan grandes inversiones a la sociedad.

No obstante, nuestra legislación ha previsto que la entrega de obra se realiza en un solo acto; es decir, luego de recibida aquella no hay espacio para un período de prueba, ni siquiera existe una garantía por un período de tiempo que obligara al Contratista por los defectos o vicios ocultos que no pudieron ser detectados durante la recepción. convendría una recepción provisional con una Garantía vigente ( por un año) antes de la recepción definitiva sin embargo, ningún municipio lo hace. Con el único propósito de garantizar un proyecto de una obra pública que debe quedar bien hecha, que dure el tiempo de su vida útil e incluso más, para la cual ha sido diseñada. Lo cierto que ni el contratista, ni el municipio se hacen responsables