Penoso espectáculo
1 de octubre - 2018

Por Edgardo Cabrera

El Foro de Consulta Estatal Participativa realizado el sábado en Tlaxcala simplemente fue el marco perfecto para la pasarela política, el linchamiento público y también para alimentar la demagogia del nuevo gobierno federal.

Las diferencias gremiales fueron la cereza en el pastel, sobre todo cuando el líder de la sección 31 del SNTE, Demetrio Rivas Corona, fue interrumpido y abucheado al momento en que hizo uso de la palabra.

Con el pretexto de la “pluralidad”, fueron convidados al foro docentes que fueron cesados del cargo por negarse a la evaluación, al igual que conocidos agitadores que navegan con la bandera del “magisterio democrático” o de la CNTE.

También llegaron serviles personajes que quieren de regreso las canonjías del pasado y que son apapachados por el ex secretario de educación pública en Tlaxcala y allegado a Elba Esther Gordillo, Miguel Ángel Islas Chío, quien ahora pelea por el control de la sección 31.

Como era de esperarse, fue el caldo de cultivo para arremeter en contra de la actual dirigencia lo que evidencia, además, la intolerancia a quienes piensan distinto a ellos.

Fue precisamente esa disputa gremial, calificada por el próximo secretario de educación pública de AMLO, Esteban Moctezuma Barragán, como normal y “parte de los foros”, lo que dio al traste con este ejercicio que suponíamos serio y respetuoso de todas las ideas, propuestas y posicionamientos.

Demagogia

A colación del foro realizado en el Centro Cultural Universitario de la UAT, Moctezuma Barragán reafirmó la propuesta del presidente electo de crear 100 nuevas universidades públicas en el país, de las cuales dos estarían en Tlaxcala.

La idea simplemente forma parte de una ocurrencia más que no será sometida a consulta popular, como tampoco el Tren Maya o la construcción de refinerías (que también amenazan al medio ambiente), contrario al nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México que, de ese sí, se le pretende pedir opinión a todos los mexicanos.

Recordemos que durante el gobierno del tabasqueño en el entonces Distrito Federal se creó la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, misma que surgió con argumentos similares a los que ahora se tienen para pretender abrir un centenar de nuevas instituciones del nivel superior.

La realidad es que a 18 años de su creación la UACM carece de reconocimiento entre la planta productiva y no compite con el resto de las universidades públicas.

De acuerdo con una investigación publicada por el diario El Financiero, “la institución ha otorgado un título de licenciatura sólo al 1 por ciento de sus egresados; se registran altos índices de ausentismo –según maestros y autoridades– y los alumnos consumen drogas y bebidas alcohólicas dentro de los campus”.

Solamente en el año 2015, cuando se publicó la investigación, la UACM recibió un presupuesto de mil 21 millones de pesos, además de 150 millones provenientes de la administración federal.

Desde el 2001 cuando se creó y hasta 2015 sumaban 51 mil 333 alumnos que cursaron por sus aulas y de los cuales sólo 699 son titulados. Postgraduados solamente había 152.

En cuanto a las oportunidades de trabajo de los egresados, la misma investigación da cuenta que pocos quieren emplearlos y aquellos que consiguen un puesto ganan entre tres mil y cinco mil pesos mensuales.

“En contraste los trabajadores de la Universidad tienen salarios por arriba del promedio. El rector es quien más gana: 91 mil 801 pesos; mientras los coordinadores reciben 49 mil pesos y un profesor, 44 mil”, señala el rotativo.

Más de lo mismo

En conclusión, lo que el nuevo gobierno proyecta con la apertura de nuevas universidades públicas no es nada alentador después de revisar la experiencia en la CDMX. Porqué en lugar de ello no se plantea el fortalecimiento de las actuales instituciones y la ampliación de su matrícula, oferta académica y de la plantilla docente.

También, porqué no combatir los cacicazgos instalados en algunas de las autónomas del país.

Más instituciones no garantiza mejora y cobertura, más bien, más de lo mismo de lo que ocurre con la UACM surgida como un capricho demagógico y que simplemente sirvió para engrosar la burocracia y como clientela política.

Investigación de El Financiero

http://www.elfinanciero.com.mx/nacional/uacm-aulas-vacias-y-pocos-titulados