Ni guardia de seguridad o la proyección divina lo salvan de los cacos

Por Alfredo González

De manera irónica, un vehículo particular sufrió las garras de la delincuencia en la capital, pese a encontrarse estacionado afuera de la casa del obispo de Tlaxcala, Julio César Salcedo Aquíno.

Con todo y guardia de seguridad con el que cuenta la residencia oficial del jerarca católico, los amantes de lo ajeno hicieron de las suyas con un vehículo marca Suzuki, tipo Swift, color plata, al cual dejaron sin llantas y rines a plena luz del día.

El hecho, molesto no solo al propietario, sino a vecinos de la zona e incluso a miembros del obispado local, quienes aseguraron no es el primer hurto que se perpetra en la zona, la cual al igual que gran parte de la capital es objeto de este tipo de ilícitos sin que exista seguridad pública realizando rondines en la zona.

Catalogaron incluso el hecho como algo irónico, asegurado que ni la grey católica se ha salvado de este tipo de actos, siendo que la llamada protección divina ha mostrado ineficacia comparable a la del sector de seguridad pública.