Eso lo dijiste tu, no yo: Cochinos, cerdos y hasta trompudos
15 de agosto - 2018

Por Alfredo González

Ya hace una semana decíamos que es inadmisible la pasividad con la que se atendido el alarmante problema de la laguna, donde ciertos muchachones hacen la cara a un lado para no ver el problema, una emergencia ambiental que la Comisión de Agua de la capital atacó de la manera más estúpida imaginable… Algo así como Attolini defendiendo a ya sabe quien y sus ocurrentes desvaríos.

Resulta que hace unos días se hizo evidente las acciones de esta comisión para aportar su granito de inmundicia al cuerpos de agua, pues alguien creyó que le hacía falta un poco de agua y aprovecharon para vaciar pipas de agua contaminada en las aguas que otros se ocupan y preocupan por limpiar, ¡No me ayudes compadre!.

Y es que no es para menos el problema… Pues si bien en casi 18 meses no han hecho nada por ayudar a solucionar y sanear este referente de la capital, vaya ni una pastilla de cloro se les ocurre aventar…

La pregunta es fácil, sencilla y hasta tajante, ¿Quién va a sancionar el atroz y estúpido actual de estos pseufo servidores?, ¿Quién ordenó tan brillante idea?, ¿Habrá castigo y rodarán cabezas por su incompetencia y mala leche?, ¿Dará la cara la presidenta o Ramiro por esta atrocidad?, respuestas que se ven tan turbias como las aguas después de la visita de la CAPAM

Muéganos podridos

Algo apesta realmente mal entre las filas policiacas de Huamantla, la pus y la Melcocha en la cloaca que se abrió con la última protesta policial, y que podría supurar aún más al son de la Feria y sus violentos bailes.

Pues para nadie allá en el oriente es secreto que la molestia del personal tiene nombre y apellido, es más hasta cargo… La cosa es, ¿Cuál es la causa real del meollo?, ¿Realmente se quejan por el exceso de chamba o por que la remuneración extra se ve mermada?, ¿la quincena extra de compensación no equipara las ganancias de lo otro?.

La cosa aun es tan turbia como aguas residuales, dicen por ahí que el comandante Lozada se volvió la piedra en el zapato de algunos cochupos y cotos de poder, pues con el al frente de las riendas ya el cajón no sonaba… Al menos no como antes.

Dicen que se añora los tiempos de Jairo y el buen negocio, pero eso no nos consta, lo que si es que además del estira y afloja al interior, alguien debe más de una explicación y uno que otros miles de centavos.

Pues lo que si es cierto, es que algunas percepciones, estímulos y recursillos federales se adeudan a los que deberían brindar seguridad a uno de los municipios más violentos e inseguros de Tlaxcala ¡Eso no lo digo yo, lo dice la estadística!, en palabras de un célebre señor de bigote «ahí están los indicadores, las cifras y resultados de organismos nacionales».

A colación

Vergüenza debe dar a algunos lo sucedido en Huamantla durante el baile del pasado fin semana… No conforme con hacer que el zócalo del afamado pueblo mágico tiene ya una letrina masiva, la cerveza y la violencia se desbordaron del vaso del exceso y se armó senda campal como en velorio de Amozoc.

Lo mismo volaban piedras, botellas y hasta chanclas a los rostros de inocentes que quieran un rato ameno y quedaron peor que espectadores de carrera de carcachas de antaño… Empolvados y malherido

Y ya no se diga del retraso del show, pues si bien estaba programado para iniciar a las siete de la noche, apenas y a las doce se signaron a atender a la audiencia.

Dicen por ahí que estuvo bueno el pachangon privado donde muchos doblaron el codo al son de la tuba en tanto los mortales esperaban por su acostumbrado circo, del pan luego se preocuparan…