Por Edgardo Cabrera

A los de Morena y sus aliados se les queman las habas por asumir el control del gobierno y las legislaturas, en el plano local algunos de sus esbirros ya piden, o mejor dicho, exigen que sea la nueva legislatura la que nombre al procurador, magistrados del nuevo Tribunal de Justicia Administrativa, contralor del ITE y fiscal anticorrupción.

Pero en su ambición evidencian supina ignorancia, sobre todo porque piden que sean los diputados morenistas los que nombren a este último. Nadie les ha dicho ni menos han revisado el marco legal donde se establece que es facultad del procurador General de Justicia del Estado nombrar al fiscal anticorrupción.

También pasan por alto que, con todo y todo, será el gobernador Marco Mena quien proponga las ternas para los nuevos magistrados.

Las voces las encabeza el senador electo José Antonio Álvarez Lima quien de plano tachó a los actuales diputados locales de carecer de “calidad moral” para hacer dichos nombramientos.

Ya la semana pasada en su columna Mauricio Hernández cuestionaba la moralidad del ex gobernador salinista quien llegará a la Cámara Alta gracias a un golpe de suerte producto del efecto AMLO, más no por su linda cara ni menos por realizar campaña o aportar algo a favor del estado, por cierto, entidad que gobernó al amparo de un presidencialismo totalitario y de un Congreso local el cual mangoneó.

Lo único que queda claro en estas exigencias es que la camarilla que asumirá el control del Congreso local quiere planchar el terreno para restarle poder a Marco Mena, construir la sucesión gubernamental y, para ello, imponer a sus incondicionales en dichos cargos.

¡Suertudota!

En febrero pasado el diario Excélsior ventiló a nuestra paisana Martha Palafox por tener a su hijo y nuera como parte de un selecto grupo de 13 empleados legislativos con los sueldos más altos.

Los parientes de la senadora y porrista de Andrés Manuel López Obrador tienen un ingreso mensual bruto de 146 mil pesos, y forman parte de un selecto grupo de asesores, de los 580 que trabajan para el senado, que más ganan.

Pero a lo anterior se agrega otra información difundida por la prensa nacional en el año 2012, que reveló que sus hijos Mauricio y Gabriela laboraban en la Cámara Alta del Congreso de la Unión, con sueldos de 27 y 40 mil pesos, respectivamente.

Pues lo anterior viene a colación por el anuncio del senador electo de Morena, Ricardo Monreal, de un plan de ahorro mediante el cual se prevé un recorte de entre 40 y 42% al salario y prestaciones de 852 empleados de mando, además de una reducción de 15% en la plantilla laboral.

Ya veremos si lo dicho en verdad se pone en acción y ahora no se permiten abusos como el de la señora Palafox a quien poco le importó la “ética y moralidad” –de la que hablan personajes como Álvarez Lima y el propio AMLO- para mantener a su parentela en la nómina del poder legislativo y con sueldos exagerados.

Por lo pronto Martita es una suertudota porque ni ella ni sus cachorros padecerán esa austeridad.

Austeridad local

A colación de la austeridad, el líder estatal de Morena, Joel Molina anticipó un plan que incluye reducción a las dietas de los nuevos diputados locales, así como del gasto corriente, además, suponemos, también hablaríamos de recortes en el número de asesores que tiene cada legislador.

La idea no suena mal y ojalá también incluya rechazar los millones de pesos que reciben cada año bajo el rubro de “gestión”, así como lo referente a los excedentes presupuestales de cada trimestre, recurso que ya no le correspondía al Congreso por una reforma legal aprobada por la anterior legislatura pero que los actuales diputados decidieron tirar para volver a tener ese dinero.

Las promesas y compromisos están a la orden del día, por lo pronto esperemos que antes de bajar las dietas realmente transparenten los ingresos de los diputados.