Revuelo
25 de julio - 2018

Por Edgardo Cabrera

Aún sin que se conozca a detalle el proyecto de López Obrador para sacar de la ciudad de México la sede de las Secretarías de Estado, con la consigna de descentralizar la administración federal, en Tlaxcala comenzó el revuelo entre los alcaldes para albergar las oficinas de la dependencia encargada de la Cultura.

No sólo eso, nos enteramos que han comenzado algon@s vivales a auto promoverse como “enlaces” de Alejandra Frausto, quien fue propuesta por el virtual presidente electo como próxima secretaria de cultura.

Esos “enlaces” sin nombramiento han empezado a alborotar al gallinero de intelectuales tlaxcaltecas así como a uno que otro iluso que quiere “puesto” en el próximo gabinetazo y a los cuales ya hasta les fijaron cuota$ que va desde organizar comidas, hasta entrarle con su cuerno para asegurar chamba.

En el caso de los alcaldes, sabemos que andan muy animados los de Tlaxcala y Apizaco.

La capitalina Anabell Ávalos ha ofrecido toda su disposición para colaborar con la administración de Andrés Manuel López Obrador para que instale la Secretaría de Cultura en esta ciudad considerando el papel de la capital en la historia nacional.

Mientras que el apizaquense Julio Hernández pone como principal atractivo el moderno trazo vial de la ciudad rielera, la infraestructura, servicios, telecomunicaciones e incluso la existencia del Centro de las Artes de Tlaxcala, con lo que se ofrecería hacer de Apizaco la capital de la cultura nacional.

Triste realidad

Lo cierto es que al momento se ignoran los detalles y qué piensa AMLO de su proyecto de trasladar las Secretarías a las entidades. La de Cultura es una de las más pequeñas, sin embargo hay verdaderos monstruos como la SEP (que pretende ser enviada a Puebla) en donde trabajan miles de personas de las que dependen también miles de familias.

Tlaxcala bien podría ser el proyecto piloto para ver la viabilidad de la supuesta descentralización que más bien podría convertirse en un dolor de cabeza para los trabajadores que tendrán de dos sopas: renunciar o cambiar por completo el contexto de su familia al mover su residencia.

En tanto, para aquellos mexicanos que tengan que acudir por alguna razón a la sedes de las dependencias padecerán las complicaciones de los traslados ya que hay lugares, como nuestra entidad, que carecen de aeropuerto e incluso de más opciones de servicio de autobuses.

Por lo pronto y mientras muchos andan con el revuelo de la llegada de la SC a Tlaxcala, también se ignora cuánto costará construir un inmueble capaz de albergar a por lo menos 2 mil trabajadores, o bien cuánto costaría la renta de un edificio de esas dimensiones.

Por eso…

Ya el martes lo escribía en este espacio, no hay dinero que les alcance a los consejeros electorales y su presidenta Elizabeth Piedras, entre más les dan, más quieren.

Hoy sabemos, gracias a información de nuestro compañero periodista José Luis Ahuactzin, que el ITE liberó 2.6 millones de pesos en compensaciones por el proceso electoral.

De dicha cantidad 758 mil pesos fueron a parar directos a los bolsillos de la élite del organismo y el resto se repartió entre los trabajadores quienes son los que realmente sacaron toda la chamba.

Claro, como es lógico, la élite se sirvió con el cucharon del mole, mientras que a los empleados les tocó su compensación en proporción a una cucharita de postre.

La razón de esas compensaciones fue por trabajar “tiempo extra”, entonces, en esa misma justa medida, lo correcto sería que les dejarán de dotar de recursos para sueldo a los consejeros ya que después de que quede firme la elección no harán nada, es más, muchos de ellos ni regresarán ya a las instalaciones para reportar su asistencia.