Mutis
20 de julio - 2018

Por Edgardo Cabrera

A 19 días del fracaso en las urnas la gran mayoría de los dirigentes estatales de los partidos políticos han preferido hacer mutis y evadir los cuestionamientos de militantes o la prensa.

En el PAN, por ejemplo, el diputado federal plurinominal electo y presidente del CDE, Carlos Carreón no ha querido darle la cara a nadie, se ha escondido y no ha fijado una postura clara por los pésimos resultados de su partido.

Carreón no ha querido mandar una señal clara sobre el futuro de la dirigencia estatal (la cual detenta desde hace meses que venció su periodo), algo que resulta contrario a la postura de su líder nacional y senador electo, Damián Zepeda, quien al menos ya advirtió que se irá una vez que tome protesta como legislador.

En Tlaxcala nos cuentan que el panista más bien está interesado en madrugar a Adriana Dávila y a su aliado Adolfo Escobar, por lo que ya prepara el terreno para imponer en la dirigencia estatal a la frustrada aspirante a la diputación plurinominal local, Eleticia Barragán Cardoso.

Sin embargo del otro lado se enfilan los nombres de Damián Ordóñez y Juan Corral para mantener el Comité Directivo Estatal de su lado.

Veremos si ahora sí Carreón logra ganarle una a su ex madrina, algo que parece difícil ya que del fracaso de la elección del PAN en este año y en 2016 el presidente era él y queda claro que no dio el ancho.

Cuco

Otro que tampoco ha dado la cara dentro del extinto Frente es Refugio Rivas quien dobló las manos y le entregó todo al PAN, PRD y PAC en el plano federal.

En el ámbito local se fue sólo y perdió en todos los distritos, apenas si alcanzó a mantener el registro y meter una pluri.

Pero en los hechos Cuco se peleó con liderazgos municipales y con militantes a los que abandonó a su suerte en la competencia por el congreso local, prefirió arrebatar candidaturas para colocar a títeres o personajes improvisados con tal de favorecer al Frente.

Es momento de que Refugio presente su renuncia y le de paso a otros liderazgos.

Entre azul y medias noches

En el PRI, Roberto Lima, y en el PRD, Manuel Cambrón, son los únicos que han fijado posturas claras, por ejemplo el tricolor amenazó con hacer una limpia en el partido y castigar a los traidores, sin embargo a la fecha no se ha iniciado ningún proceso de expulsión.

Lima tampoco ha admitido su parte de responsabilidad en la debacle estatal y no existe la intención de renunciar, tal y como lo hizo su líder nacional, René Juárez quien dejó la dirigencia admitiendo su parte de culpa en la derrota electoral.

Mientras que el perredista Cambrón admitió en entrevista posterior a la elección que su partido no pudo ni supo acercarse con los votantes y anunció el inicio de un proceso de evaluación para corregir el rumbo, como parte de ello las tribus mayoritarias ya preparan la renovación de la dirigencia.

Pero quizá Cambrón sea quien menos raspado saldrá de la dirigencia, no perdamos de vista que la primera minoría del senado la ganó Minerva Hernández, quien abanderó al PRD dentro de la alianza, amén de que el único distrito local que le ganaron a Morena fue en el XIV con Miguel Ángel Covarrubias que fue impulsado por los amarillos.

¿Los otros?

Pero también quienes deben dar la cara son los liderazgos del PAC, PS, Panal y Verde los cuales sumaron una ínfima cantidad de votos a las alianzas y candidaturas comunes de las que formaban parte.

Es claro que los cuatro institutos políticos deberían hacer una limpia en sus dirigencias, aunque en el caso de los dos partidos locales difícilmente soltarán las riendas sus propietarios: los Ortiz y Rosalía Peredo.