Por José Luis Ahuactzin

Aunque nieguen una y otra y otra vez que el clima postelectoral no es el inicio de la carrera por la sucesión gubernamental, lo cierto es que sí y una de las que aprovechará el apoyo presidencial  de AMLO será Lorena Cuéllar Cisneros al ser perfilada como coordinadora de delegaciones en Tlaxcala.

Pero, el riesgo del «federalismo» o la visión que se tiene de la  cuarta transformación de AMLO es crear contrapesos en los gobiernos de oposición, y ello podría crear ingobernabilidad en los estados al existir, por una parte un gobernador constitucional, reconocido por la carta magna y, a la par, una nueva figura gubernamental que no existe en la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, la de coordinador de delegaciones en las entidades federativas.

«Artículo 1. La presente Ley establece las bases de organización de la Administración Pública Federal, centralizada y paraestatal.

La Presidencia de la República, las Secretarías de Estado, los Departamentos Administrativos y la Consejería Jurídica del Ejecutivo Federal, integran la Administración Pública Centralizada.

Los organismos descentralizados, las empresas de participación estatal, las instituciones nacionales de crédito, las organizaciones auxiliares nacionales de crédito, las instituciones nacionales de seguros y de fianzas y los fideicomisos, componen la administración pública paraestatal…», como verá no existe esa figura que en breve recaerá en la diputada federal electa Lorena Cuéllar Cisneros.

Lo cierto es que, más que una coordinación será la encargada del contrapeso al gobierno estatal y ello, ojo, acarrearía un conflicto de poder porqué en quién recaerá la solución de conflictos sociales, de salud, de seguridad, de medio ambiente, por ejemplo.

En Tlaxcala existen delegaciones federales como la PGR, Semarnat y de esta se desprenden Conagua, Conafor; Profeco, Profepa, Sedatu, Sedesol, SCT, SSA, SEP, INAH, entre otras, de las que la mandamás será Cuéllar Cisneros.

Más que un ahorro de recursos, más que un Plan de Austeridad Republicana, es crear en los estados un contrapeso a los gobiernos, un control único bajo sus piezas claves de políticos, y de paso construirles la candidatura a sus más cercanos de cara a renovación de los próximos gobiernos, aunque en Tlaxcala aun falten más de 3 años de gobierno estatal.