Por Fernando Tamayo

Si ya el domingo primero de julio había resultado histórico para la historia democrática de nuestro país, lo ocurrido tras darse a conocer los resultados electorales en el ámbito local y vislumbrarse la nueva dinámica política que vivirá México y Tlaxcala, merecieron un acontecimiento que de suyo quedará grabado para la posteridad en la historia contemporánea de nuestro Estado.

El pasado jueves fueron convocados por parte del Gobernador del Estado Marco Antonio Mena Rodríguez desde secretarios, funcionarios, servidores públicos, empresarios, representantes de la sociedad civil y medios de comunicación a ser partícipes de un hecho sin precedentes. El mensaje dirigido por el mandatario tlaxcalteca tras los resultados electorales, resultó no solo ser su percepción tras lo ocurrido en la elección, sino además, ser el transmisor de una actitud humana, incluyente, reflexiva y con signos de la gobernanza que debe imperar en la Entidad acorde a las nuevas realidades modernas que exigen los ciudadanos.

El Gobernador Estatal dejó muy en claro que la posición ciudadana manifestada en las urnas le había quedado perfectamente clara y que bajo estas nuevas coyunturas democráticas, en su calidad de titular del Ejecutivo en Tlaxcala, debía actuar en consecuencia. Teniendo como marco principal el Centro de Convenciones y “servidores públicos” atónitos tras lo expresado por el mandatario, Marco Antonio Mena Rodríguez dio un rotundo golpe en la mesa y cimbro hasta lo más profundo del sistema político local.

Ante el rompimiento con el continuismo y el otorgamiento de la fortaleza e importancia de las palabras, lo que ellas representan y deberían representar, se encargó de recordarles a todos aquellos que cobran gracias al erario público que por encima de cualquier interés particular, cupular, familiar o privado, que por encima de cualquier situación o circunstancia, está el interés ciudadano y que todo gobierno se debe por y para la sociedad. Finalizando con firmeza y contundencia que todos los que no estuvieran cómodos y mucho menos se sintiesen comprometidos con las causas ciudadanas y con Tlaxcala no estarían a la fuerza.

De esta manera Marco Mena dejó claro aquel jueves cinco de julio que esa sería la fecha en que Tlaxcala daría un nuevo paso en su construcción política y democrática. El premiar a los servidores públicos dedicados a servir, el escuchar y dialogar frontalmente y sin simulaciones con los ciudadanos y principalmente el de converger en un accionar común; el desarrollo de nuestro pueblo, serán los elementos que caracterizaran al nuevo gobierno estatal.

Así el Gobierno de Marco Antonio Mena, a través del propio titular del Ejecutivo, ha dejado en claro los objetivos y características que a través de su labor diaria como mandatario  estatal buscará alcanzar durante los poco más de tres años que le restan en el poder local. Nunca es tarde para reconocer lo que se ha hecho, lo que falta por hacerse y sobre todo entender cómo debe hacerse. Enhorabuena por Tlaxcala y por los tlaxcaltecas y que los cambios que se buscan sean en beneficio de todos nosotros. Al tiempo.

Desde la barrera

Y en este sentido de las modificaciones y nuevos dinamismos del Gobierno Estatal los primeros anuncios se hicieron presentes. El día de ayer se eliminó la oficina de representación gubernamental que existía en la CDMX cuyos objetivos, tareas y resultados eran poco claros, además de comenzar con la eliminación de oficinas poco eficaces, se realizó el relevo en la Secretaria de Gobierno, ente fundamental en la paz y estabilidad del Estado. Veremos pronto los nuevos enroques dentro de este gobierno local.

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