Actores y escenarios: Un mitin ordinario
24 de junio - 2018

Por Esteban García

La segunda visita de Andrés Manuel López Obrador a Tlaxcala no cumplió las expectativas.

Los organizadores del evento realizado en el zócalo capitalino prometieron más asistentes.

La instrucción que recibieron fue mostrar músculo político, rebasar los números de la gira anterior, pero no pudieron.

Poco más de cinco mil personas lograron ser concentradas en torno al templete ubicado a un lado de las oficinas de Sepomex, casi las mismas que juntaron hace seis años al lado de Palacio de Gobierno.

Pretextaron que la lluvia “espantó” a la gente, pero lo cierto es que la capacidad de movilización de los candidatos de Morena y de la coalición “Juntos haremos historia” falló, y para muchos ciudadanos el mitin no resultó atractivo.

No pudieron hacer el cierre extraordinario que pretendían, a pesar del acarreo que se evidenció en redes sociales. Eso de que muchas personas llegaron por sus propios medios quedó en entredicho cuando se ubicaron en varias calles a lo lejos los camiones con la leyenda “AMLO-MORENA”. Incluso, aprovecharon la presencia de turistas curiosos para engordar sus números.

Pero más allá del mero evento, resulta preocupante para los de Morena que su decisión de ir separados en algunos distritos locales con el PT y el PES está generando fracturas y enconos, porque estos últimos se están colgando de la imagen de López Obrador, lo que está dejando en franca desventaja a los abanderados de Morena. Si no, pregúntenle a Michaelle Brito y Reyes Ruiz, que madrugaron a sus contrincantes morenistas con esa estrategia.

Se les está haciendo bolas el engrudo, y su única esperanza es que la gente no razone su voto y solo cruce Morena en la boleta.

NI SERIA NI PROFESIONAL.

La candidata al Senado de la coalición “Por México al Frente”, Minerva Hernández, sigue preocupada. Se cayó en las preferencias y su gente la está abandonando.

Sus asesores, expertos en guerra sucia, le han indicado que persista en denunciar mediáticamente lo que algunos ciudadanos dan por hecho en los procesos electorales: que habrá voto corporativo, compra de votos y otras mapacherías.

Por eso, hizo un llamado a los burócratas estatales a que no permitan que sus jefes y líderes sindicales los coaccionen para votar a favor del PRI. Sin embargo, de manera incongruente, guarda silencio de lo que está sucediendo en ayuntamientos gobernados por el PAN y el PRD, porque están incurriendo en dicha práctica.

Resulta curioso que una política que se presenta como seria y profesional se haya pasado los últimos tres meses haciendo señalamientos que no pudo probar, y en cambio, se haga de la vista gorda ante la conducta ilegal de varios cuadros frentistas.

Parece que ya olvidó las cosas que se le imputaron cuando fue secretaria de Finanzas en los tiempos de Alfonso Sánchez Anaya.

ALCAHUETES.

Los magistrados del Tribunal Electoral de Tlaxcala (TET) ordenaron al cabildo de Apizaco iniciar un procedimiento de responsabilidad al alcalde Julio César Hernández por asistir al evento realizado en abril, en el Centro de Convenciones de Tlaxcala, al que acudió el candidato presidencial por la coalición “Por México al Frente”, Ricardo Anaya Cortés, de quien por cierto es su coordinador de campaña en la entidad.

El pleno del TET acreditó que el edil vulneró el principio de imparcialidad en el uso de recursos públicos, pues asistió a un evento proselitista en día y horario hábil, en franca violación a la Constitución federal.

Ahora, se supone que el cuerpo edilicio de Apizaco debe sancionar a Hernández Mejía, en términos de la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos para el Estado de Tlaxcala; sin embargo, dicen en el ayuntamiento que el tema no pasará a mayores, ya que sus propios integrantes solaparon que el alcalde se mantuviera en el cargo y al mismo tiempo fungiera como coordinador de Anaya.

En su defensa, Julio Cesar Hernández dice ingenuamente que solicitó permiso por un día y sin goce de sueldo a los integrantes del cabildo para participar en el mitin de Anaya, pero la ley es clara al prohibir tal situación.

Así las cosas, se prevé que el asunto no pase de un jalón de orejas, aunque por tal circunstancia los promoventes del procedimiento sancionador debieron también acreditar la responsabilidad del cabildo por alcahuetes.

AUDIOESCÁNDALO.

Y ya que hablamos de Apizaco y los frentistas, resulta que Pablo Badillo Sánchez, candidato a diputado local por el IV Distrito, corrió la misma suerte de Ricardo Anaya.

En medios se ventiló que existen tres audios que probarían la compra de votos por parte del “gallo” del edil apizaquense, mismos que se presentaron como elementos de prueba para denunciarlo ante el Agente del Ministerio Público Especializado en Delitos Electorales, adscrito a la PGJE, por la posible comisión de delitos contra el sistema electoral.

En las grabaciones se oye lo que sería la voz de Badillo y de varias mujeres con quienes compromete la entrega de despensas a cambio del apoyo a su candidatura.

Recientemente, Reyes Ruiz Peña, candidato a diputado del PT por el IV Distrito, informó que le ofrecieron la compra de votos a su favor, pero lo rechazó y lo calificó de inmoral; sin embargo, no presentó la denuncia por considerar que las leyes están tan mal hechas que, al denunciar una acción de este tipo, no pasaría nada.

Ojalá el ex alcalde se equivoque y en esta ocasión se investigue a fondo tal situación.