Resucitado
12 de junio - 2018

Por Edgardo Cabrera

Jesús Luévano regresó a los reflectores por medio del Grupo Atlixco, en Puebla, y lo hizo para pronunciarse a favor de la candidata panista a la gubernatura Martha Érika Alonso.

Resulta que el constructor y ex titular de la Sedeco durante el gobierno de Héctor Ortiz estaba atrincherado en Morena apoyando a sus candidatos en aquel municipio, sin embargo por diferencias con la dirigencia estatal decidió darles la espalda, en particular al abanderado al gobierno del estado, Luis Miguel Barbosa.

Tras su decisión le llovieron a Luévano una serie de criticas en redes sociales, en particular porque ofreció respaldar a los frentistas en la competencia por la gubernatura pero dijo que se mantendrá apoyando a Andrés Manuel López Obrador para la Presidencia de la República.

La verdad es que el ex funcionario estatal genera más dudas que confianza, recordemos su salida de Tlaxcala tras la llegada de Mariano González Zarur a la gubernatura y luego de que se suspendiera la construcción del elefante blanco denominado Plaza Bicentenario ubicada en contra esquina del ITC ya que se comprobó que esa obra se ejecutó con sobreprecios y material de pésima calidad.

Sobre Luévano, sus empresas y allegados versaron las acusaciones y denuncias del entonces gobierno marianista, por lo que ya no se le vio por estos rumbos; incluso algunos políticos que en su momento lo apoyaron en sus pretensiones políticas de ser diputado local, como Rosalía Peredo, terminó por darle la espalda.

Ahora veremos cómo termina en Puebla, porque lo cierto es que su pronunciamiento no fue de a gratis.

Desesperado

El candidato a diputado federal de los frentistas en el primer distrito, Humberto Macías, se está desmoronando. Ante su estancamiento en las preferencias electorales está sumido en un espiral de ocurrencias que, lejos de posicionarlo, lo están enterrando más.

Al de Huamantla se le ha ocurrido seguir el camino de las propuestas populacheras: un puente a desnivel en la ciudad rielera para librar el ferrocarril a la altura de Plaza Apizaco y, en su más reciente planteamiento, anunció el proyecto de una Universidad en Huamantla.

Aunque las propuestas parecieran ser rimbombantes, hay que ubicarlas en la realidad, valdría la pena preguntarle si es que conoce las funciones de un Legislador, porque dentro de ellas, es muy claro que no pueden hacer Obra Pública, tal vez gestionarla, pero eso requiere que exista una solicitud ciudadana, estudios de viabilidad y el respaldo del Gobierno federal y Estatal.

En el caso del puente a desnivel es importante destacar que esta idea parece haber sido sembrada por el camaleónico Alex Ortiz Zamora, aquel político de ocurrencias que llevó al municipio de Apizaco al borde de la ingobernabilidad.

Luego se estudió el proyecto en el gobierno de Orlando Santa Cruz Carreño y se trató de realizar con Jorge Luis Vázquez. En los hechos se toparon con dos realidades, la primera y más importante era la factibilidad de realizarla, pues tendrían que cerrar las vías del tren por días e incluso meses, lo que repercutiría de manera directa a los empresarios que día a día transportan millones de pesos en productos a través de Ferrosur, por lo que al solicitar al concesionario del ferrocarril (por cierto Carlos Slim) el permiso, fue negado porque representaba más gastos que beneficios. Si dos alcaldes lo intentaron, mi pregunta es, un legislador el cual su función no es hacer obra, ¿lo puede hacer?

En el caso de la Universidad, Humberto no ha tenido en claro que para hacerla se requiere un estudio de factibilidad, el respaldo económico federal y el respaldo económico y político del gobierno estatal. Ante estas realidades la pregunta para el candidato es ¿hay gobierno federal panista o perredista? ¿Hay gobierno Estatal panista o Perredista?¿Ante las probabilidades de la próxima elección, acaso eso cambiará?

Lo cierto es que Humberto Macías se ubica en tercer lugar, lo han dejado ahí el abanderado de Morena y el candidato de la coalición Todos por México.

A tres semanas de las votaciones, el frentista se muestra desesperado por tratar de ganar simpatías, pero sus estrategias no son realistas, ni claras, lejos de ello, sus asesores insisten en tratar de ubicarlo como un candidato a presidente municipal y no entienden que va para legislador.