Edgardo Cabrera

Diversos estudios demoscópicos a nivel nacional empiezan a registrar un cambio en las preferencias electorales, particularmente en lo que se refiere al segundo lugar.

Y es que no todos leen las encuestas completas y se quedan sólo con el dato de quién va encabezando, es ahí donde cobra importancia que en la mayoría de dichos estudios existe una coincidencia en el sentido de que más de 65 por ciento de los entrevistados tienen claro que no quieren a Andrés Manuel López Obrador como Presidente.

Además, las últimas estadísticas señalan un cambio en la preferencia electoral, un alto grado de indecisos y que el candidato de “Todos por México”, José Antonio Meade rebasó al candidato del Frente, Ricardo Anaya, así lo confirmó la métrica de SDP Noticias.

Otra lectura que nos dan es que, por perfil y por propuesta, el abanderado del PRI es quien mejor posicionado aparece. Al mismo tiempo, el voto anti López Obrador claramente ha señalado que se inclinará por el segundo lugar, sea quien sea.

A un mes de la elección y aunque varios lo dan por muerto, Meade Kuribreña sigue en la pelea y podría afianzarse en el segundo lugar gracias al relanzamiento de su campaña y cambio de estrategia.

Mientras Ricardo Anaya quedó estancado y ahora comienza a descender debido a que ha preferido mantenerse en la misma línea y con el mismo equipo con el que empezó la contienda. Sumado a lo anterior, el panista presenta un crecimiento de 12 puntos en sus negativos, producto de los señalamientos de supuesta corrupción (acusaciones a las que se sumó el propio López Obrador) y a su confrontación con el candidato de Morena en el segundo debate.

Estrategia

Está claro que el PRI es quien lleva la delantera en cuanto a la fuerza de sus estructuras, operación electoral, territorial y capacidad de movilización.

Otros factores a considerar son el relanzamiento de la campaña del PRI, la confrontación directa de Meade hacia López Obrador señalando a su círculo más cercano de corrupción, la atracción natural del voto de la gente que apoyaba a Margarita Zavala y el famoso voto útil.

En todos estos aspectos quien más sale ganando es el candidato del Revolucionario Institucional.

Por otro lado, Meade ha comenzado a mostrar relaciones políticas sólidas con Gobernadores del Frente, a diferencia de Anaya que no tiene interlocución con los mandatarios del PRI. Además, es quien más se ha beneficiado de políticos que se han salido del Frente, como Javier Lozano, Silvano Aureoles, Armando Ríos Piter, Adolfo Romero, Ernesto Cordero, la Familia Mouriño entre otros.

Finalmente no hay que perder de vista que en este momento hay más de 20% de indecisos en la elección presidencial, algunas encuestas reflejan niveles de hasta 38%.

Uno de cada tres mexicanos refiere que puede cambiar su voto. 29% determina su voto en la última semana y 9% el día de la elección.

Por lo anterior, quien diga que la elección ya está definida, simple y sencillamente se quiere burlar de los mexicanos máxime cuando hay otros fenómenos electorales que modificarán las tendencias como en Tlaxcala donde comenzaron las campañas por el Congreso local y ahí el partido en el poder echará toda la carne al asador para no perder el control del poder legislativo.

Vándalos

A unas cuentas horas de que arrancaran las campañas locales, propaganda de la coalición del PRI-PVEM-Panal fue vandalizada, de manera particular la que promociona las aspiraciones de los candidatos al senado Anabel Alvarado y Florentino Domínguez.

Pero los ataques contra los anuncios no solamente han sido para el PRI, también la candidata al senado de la coalición “Por México al Frente”, Minerva Hernández, denunció casi al arranque de la campaña la desaparición de su material de difusión.

Lo anterior no es nuevo, forma parte de la estrategia negra que se opera en cada campaña política y que tiene como finalidad intimidar al adversario.

Lo cierto es que dichas campañas sucias poco impacto tienen en el electorado y, por el contrario, terminan por convertir en víctimas a los candidatos atacados.

Recordemos en 2016 cuando desde el búnker de Lorena implementaron una estrategia para calumniar, atacar e intimidar a sus adversarios, no sólo eso, en redes sociales los Lorebots se dedicaron a amenazar e insultar a quienes no comulgaran con la entonces aspirante al gobierno.

La mala estrategia le cobró factura y terminó por perder la elección.