Por Edgardo Cabrera

Por segunda semana consecutiva, la maquinaria aliancista que encabeza el PRI mostró músculo, ahora durante la presencia del candidato presidencial José Antonio Meade.

Recordemos que el domingo 13 de mayo llegó a Tlaxcala el recién estrenado dirigente nacional, René Juárez Cisneros, quien les llamó la atención a las huestes tricolores al exigirles dejar de lado sus disputas internas y ponerse a trabajar a favor de todos los candidatos.

Pues bien, ayer miércoles al parecer el llamado rindió frutos y con alrededor de 15 mil personas fue abarrotada la explanada del Centro de Expositor capitalino con menistas, marianistas, beatricistas, verdes, panalistas y socialistas, en un acto que hace mucho no se veía en Tlaxcala, fue un auténtico mitin político de un presidenciable donde además quedó demostrada la capacidad de movilización de su estructura.

La gran concentración dejó ver muy pequeño el acto de los frentistas cuando vino Ricardo Anaya a un evento cerrado dentro del Centro de Convenciones.

Antes, el presidenciable congregó a por lo menos 400 empresarios en Huiloac quienes le manifestaron su respaldo en una comida donde, además, llamó la atención la presencia de Beatriz Paredes y el camaleónico César Carvajal (ex operador de Lorena Cuéllar).

Intento

Por cierto que en busca de boicotear la visita del presidenciable, el martes por la noche, y el miércoles con mayor intensidad, comenzaron a circular en redes sociales una serie de Fake News donde supuestamente se daba a conocer la cancelación de la visita de Meade a Tlaxcala, sin embargo la estrategia de sus adversarios no tuvo mayor impacto.

Tras la ofensiva contra la visita del candidato presidencial, pareciera que en la entidad el enemigo a vencer será la estructura con la que cuenta el PRI-PVEM-Panal-PS.

No perdamos de vista que van en cascada en la elección federal y local por lo que, a diferencia de hace 6 años, el margen de equivocaciones en el voto se reduce considerando que en la presidencial pasada sumaron más de 40 mil votos nulos dejando fuera a Joaquín Cisneros y Anabell Ávalos del senado, amén de que la mega alianza del 2016, que ahora se replica, llevó a Marco Mena a la gubernatura.

Bipolaridad chaqueteril

A colación de la visita de José Antonio Meade los diputados del PS, Agustín Nava Huerta y Delfino Suárez Piedras, mostraron una vez más su bipolaridad partidista.

Recordemos que para el distrito I federal, el dueto ofreció públicamente su apoyo al priísta Mariano González Aguirre, incluso le organizaron un evento para ponerle a su servicio sus estructuras en la zona de Tlaxco y Tetla.

Pero días después, Agustín y Delfino no tuvieron empacho en expresar también su respaldo a la fórmula al senado de la coalición Por México al Frente integrada por Minerva Hernández Ramos y Gelacio Montiel.

Aunque nos cuentan que fueron invitados, en materia presidencial no quisieron exhibirse con Ricardo Anaya, que semanas atrás visitó Tlaxcala.

Bipolares, como se aprecia, no faltó quien asegurara que estarían a favor de Andrés Manuel López Obrador, incluso, nos cuentan que en el caso de Delfino Suárez existe el antecedente de sostener pláticas y una invitación del PES para que fuera candidato a diputado federal y luego local, de ahí que creciera la sospecha de su apoyo al tabasqueño.

Y ayer nadie los vio con Meade, aunque también fueron invitados como parte de la alianza que tiene el PS con el PRI-PVEM-Panal.

Por lo anterior y varias razones más, a esta hora ya no se sabe si realmente están con melón, con sandia, o con la camaleónica del otro día…