El Congreso que viene…
24 de mayo - 2018

Por Mauricio Hernández Olaiz

A solo unos días del arranque de las campañas para los que aspiran a ser los nuevos diputados locales, la duda que está en la mente del electorado medianamente enterado es la de si podrán romper con la racha negativa que el congreso local ha tenido en, por lo menos, la última década.

Desafortunadamente los nombres de varios de los aspirantes nos impiden creer que la nueva legislatura podrá en verdad convertirse en un poder responsable y respetable, sobre todo porque 10 de los candidatos aspiran a la reelección, si, 10, 10, de los que fueron parte de uno de los peores congresos de la historia.

Las omisiones de la actual 62 legislatura local han sido ampliamente documentadas, comentadas, criticadas, pero a ninguno de los miembros de esta terrorífica legislatura les hace la menor mella, incluso esos que quieren refrendar el cargo seguro no tendrá empacho en afirmar al electorado de sus respectivos distritos, que si no les cumplieron en esta, en la que sigue casi seguro que si lo harán, y hasta se los van a jurar.

Pero además de los 10 optimistas que aspiran a regresar a su curul, también hay otros que desean ingresar por primera vez al recinto pero que de entrada no parece que podrán aportar eso que tanto le urge al congreso del estado, trabajo.

Al momento las campañas a diputados federales y senadores no ha generado demasiada expectativa entre los votantes, la mayoría por hartazgo, otro tanto por desconocimiento, finalmente son los mismos, o casi los mismos de siempre, incluso todavía podemos encontrar en algunos puntos del estado bardas pintadas con los nombres de los actuales aspirantes al senado, pero cuando competían por una diputación federal o local, ni siquiera se borran las huellas del atraco del pasado, cuando ya empiezan a mirar el botín del futuro.

Pero las dirigencias estatales de todos los partidos en contienda mantienen su optimismo, incluso de llevarse el carro completo, pese a las evidentes muestras de ruptura y encono en todas las coaliciones, de lucha en los tribunales, de agandalle y cerrazón. Pero la demagogia impera, por lo que el discurso lógicamente no puede ir hacia la turbulencia a luces visto, sino a la de la eterna simulación, esa práctica tan común, tan de los partidos, tan de los políticos, aderezada con ese cinismo bárbaro que nos lleva a confirmar que efectivamente viven en otra dimensión.

Arrancan los aspirantes a diputados locales, algunos con experiencia, otros por moda, con candidaturas compradas para hijas mimadas que tampoco es novedad, ya una nena consentida aspiro a presidenta municipal, otra ahora es hasta candidata a diputada federal, pues las candidaturas como antes las plazas también tienen precio.

Pero para nuestro nuevo congreso la oferta es muy, pero muy pobre y la demanda es por demás elevada, pues los rezagos son de décadas y los compromisos ya ineludibles, todavía están atoradas la designación del titular del Órgano Interno de Control del Instituto Tlaxcalteca de Elecciones y la continuidad del SEA, la ley de transporte, que es tan urgente como necesaria, pues los emprendedores nice de PRONTO no piensan esperar, aunque esto les cueste ver a uno de sus asociados del volante colgado de un árbol por los mafiosos del transporte público convencional.

En fin son hartos los pendientes, más los que están por venir, una herencia incómoda para la 63, que los faltistas, vacacionistas de la 62 no tiene empacho alguno en heredar. Pero a pesar de ser tiempo electoral y que varios compañeros estarán soñando con regresar el congreso local cierra su pésimo andar recetándole a los suplentes, esos soñadores irreductibles, la no toma de protesta, pues al igual que en semana santa y los días de guardar, no se presentaron a trabajar, sin quorum no hay protesta por lo que habrá que volver al tribunal.

Y con todo de que estamos en época electoral, ya ni eso les asusta.

Solo espero que en el congreso que viene ya no haya un Amaro, ni un Padilla, Arévalo, Mastranzo, Del Razo  o Serafín..

@olaizmau