Por Marcos L. Tecuapacho

Movidos por la resaca que les ocasionó el supuesto triunfo de Ricardo Anaya en el debate presidencial del pasado domingo, los representantes de la coalición “Por México al Frente” no lograron el cometido de demostrar a su principal candidato la fuerza política que dicen poseer en la entidad.

Quedaron lejos de cumplir la meta de cuatro mil -otros dicen siete mil- asistentes, y muchos ni siquiera eran de Tlaxcala.

Resulta que, desde el lunes, tianguistas de San Martín Texmelucan denunciaron que el diputado local del PRD, Alberto Amaro Corona, los estaba obligando a acudir a este acto de campaña, acompañados de cinco personas, bajo la amenaza de perder su lugar en el tianguis del municipio poblano.

Además, en redes sociales, circularon inconformidades de alumnos de la UAT, debido a que también fueron obligados a ir para llenar el evento, pero ni así les alcanzó.

Ciertamente, el fantasma de la división ronda entre los frentistas tlaxcaltecas, como se vio durante la intervención de la candidata al Senado, Minerva Hernández, quien fue abucheada por varios asistentes. Al parecer, no se olvida el triste episodio de 2010, cuando declinó su candidatura a la gubernatura por el PRD para adherirse a la panista Adriana Dávila.

Dicen que el “cerillo” no prendió en Tlaxcala. ¿será?

COMPLICIDAD PERVERSA

Mal mensaje mandó ayer Ricardo Anaya en Tlaxcala, cuando justificó la presencia de Julio César Hernández Mejía en su mitin en el Centro de Convenciones.

Efectivamente, es su coordinador de campaña en la entidad, pero ante todo y sobre todo es el Presidente Municipal de Apizaco, y por esa razón, estaba impedido para asistir al evento en día y hora hábil.

Según Anaya, el alcalde acudió con permiso del cabildo; sin embargo, las autoridades electorales ya se pronunciaron al respecto, y sin importar que puedan obtener licencia sin goce de sueldo, sencillamente sólo puede participar en actos proselitistas en días inhábiles, como lo marca la ley.

El regidor priista Javier Islas Sánchez ha conminado al edil panista a pedir licencia al cargo para que se dedique de lleno a representar a la coalición Por México al Frente, y no incurrir en alguna irregularidad; sin embargo, Hernández Mejía se empecina en mantener las dos funciones, asegurando que no viola ninguna disposición electoral, pues cuenta con el respaldo de la mayoría del cabildo apizaquense.

No obstante, se trata de una complicidad perversa, ya que presta mayor atención a las actividades políticas que a las demandas de la ciudadanía de Apizaco. Tan no ha podido con ambas tareas que no logró llenar el Centro de Convenciones de la capital para lucirse con su jefe político.

COMPARSAS DEL PEJE

Los candidatos de Morena profesan una fe siga a su líder Andrés Manuel López Obrador, al grado de creer que, realmente, ganó el debate presidencial.

Los expertos coincidieron en que López Obrador tuvo el peor desempeño de todos los candidatos presidenciales, porque no respondió con claridad, ni tuvo interés en explicar temas polémicos, como la amnistía que quiere brindar a los criminales, los candidatos de su partido acusados de corrupción, el nepotismo que hay en Morena, el origen de sus ingresos para vivir, la opacidad en su declaración su 3de3 y los departamentos a su nombre que no reportó.

Según la candidata a diputada federal, Lorena Cuéllar, Obrador fue el único que presentó propuestas acordes a lo que quieren los mexicanos, pero lo cierto es que no presentó propuestas, algo que también le criticaron.

También Rubén Terán, aspirante a la Cámara de Diputados, sostuvo que Andrés Manuel mostró su fortaleza, rectitud, honestidad y congruencia, cuando en realidad no fue capaz de demostrar nada de eso.

O no vieron el debate o viven en “pejelandia”.

Como haya sido, lo cierto es que los abanderados de Morena actúan como comparsas de su jefe político. Ya lo dijo el también el candidato a Senador, José Antonio Álvarez Lima: de llegar el Congreso de la Unión, únicamente “acompañarán” al Peje en sus decisiones, pues no se ven grandes reformas en los primeros años, de modo que los congresistas que quiere AMLO son levantadedos, es decir, aquello que más critican al PRI y al PAN, y desde ahora, como candidatos, se entrenan, y muy bien.

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