Actores y Escenarios: Envilecen el proceso electoral
23 de abril - 2018

Por Esteban García

 En Tlaxcala, los frentistas empezaron a enlodar el proceso electoral con sus acusaciones mediáticas.

Ya se saben el caminito.

Primero dijeron que el gobierno manipula los programas, luego que coaccionan a los trabajadores del Cobat, y después que les bajaron propaganda. Pero de todo eso, solo hay amenazas de denuncias, pero nada de evidencias.

Ah, pero eso sí, sus presidentes municipales de Apizaco (PAN) y Apetatitlán (PRD) usan días hábiles para hacer abierta promoción a favor de los candidatos de la coalición, como lo han evidenciado los medios.

Pese a ello, hacen llamados a los gobiernos estatal y federal para que saquen las manos de la elección.

Es justamente esa incongruencia entre el decir y el hacer lo que vuelve fastidioso escuchar a los políticos; por eso resulta difícil creerles y confiar en ellos.

Por las mismas van los candidatos de Morena, que, bajo la lógica de replicar con puntos y comas el discurso antisistema de su candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, hacen su contribución al sospechosismo que en nada abona a la madurez democrática en Tlaxcala.

Ellos creen que acusar no empobrece, pero sí envilece.

EL TIRO POR LA CULATA.

Y ya que hablamos de los de la coalición “Por México al Frente”, resulta que los dirigentes del PAN, el PRD, el MC y el PAC trataron de lucrar políticamente con la muerte de dos policías tras enfrentarse con presuntos huachicoleros en Teolocholco.

Por un lado, lamentaron el aumento de la inseguridad en el estado, y reconocieron el trabajo de la Dirección de Seguridad Pública de Zacatelco, cuyos elementos participaron en el operativo intermunicipal en el que perdieron la vida dos elementos de dicha corporación.

Evidentemente, lo hicieron porque se trata de un municipio gobernado por el PRD; sin embargo, olvidan que los policías municipales de Zacatelco realizaron, en diciembre pasado, un día después de que el alcalde Tomás Orea celebrara el Día del Policía y presumiera mejores condiciones de trabajo para sus elementos, un paro de labores para exigir al edil el pago de su aguinaldo y su prima vacacional.

Heriberto Falla, director de Seguridad Pública municipal, reconoció que los policías a su cargo no cuentan con armas ni equipamiento, y aunque atribuyó tales deficiencias a la tramitología para lograr los exámenes de control de confianza y las licencias de portación de armas de fuego, al final quedó evidenciado que el municipio incumple con los mínimos de seguridad para su propia corporación.

¿Será por eso que, en el homenaje a los policías caídos, Tomás Orea, solo estuvo unos minutos y se retiró como si huyera de los reclamos de los deudos?

¡QUÉ BARBARIDAD!

En redes sociales, y a través de comunicados, como parte de su estrategia permanente de promoción personal, la senadora Lorena Cuéllar se atribuyó el logro de la reforma a la Ley General de Salud por la que se autoriza la donación obligatoria de órganos.

El dictamen avalado en el Senado establece que prácticamente todos los mexicanos mayores de edad se convierten en presuntos donadores de órganos. Es decir, ahora no es que cualquier ciudadano escriba en un papel que quiere donar sus órganos en caso de un accidente, sino que tácitamente todos se vuelven donadores si no escriben en papel que no desean serlo.

Como dirían por ahí: “es el mundo al revés”. Pero afortunadamente, privó la sensatez, ya que la semana pasada los representantes del Centro Nacional de trasplantes, el ISSSTE, la Sociedad de Trasplantes de América Latina y el Caribe, y el Colegio Mexicano de Medicina Crítica, rechazaron esta intentona, a la que calificaron de autoritaria, porque bajo esa figura de “presunto donador” se disfraza la intención de tomar forzosamente los órganos de personas que pierden la vida.

A decir de los expertos en la materia, la medida que avalaron los senadores es imprecisa y genera desconfianza, sin contar que implica un retroceso en los avances en la cultura de la donación de órganos en México.

Lamentablemente, ante la crítica, la ahora candidata a Diputada federal por Morena acusó que existen “fuerzas oscuras” –en alusión al PRI- que se resisten a que esta ley pueda ser votada en el Congreso federal para salvar la vida de quienes requieren un trasplante. ¡Qué barbaridad! ¡Ahora resulta que los representantes del sector salud tienen filiación partidista!

Si los senadores quienes donar sus órganos, que dispongan de ellos como mejor les plazca, pero ¿por qué hacer obligatoria la donación, en vez de ponderar la voluntad y la libertad de las personas para hacerla?

Imagínese. Si usted fallece, le van a preguntar a su familia sobre el documento que avale que no era su deseo donar sus órganos. ¿En cuánto tiempo lo debe presentar para que no los tomen? ¿Y si usted no quería, y olvidó escribirlo? ¿Y si lo escribió y no lo llevaba? ¿Y si lo llevaba y se lo hicieron perdidizo? Al final, ¿qué va a suceder?

¿Fuerzas oscuras? ¡No! ¡Sentido común!