A las urnas
26 de marzo - 2018

Por Edgardo Cabrera

Por primera ocasión desde que crearon su partido, el PAC, el clan Ortiz se enfrentará al escrutinio público, van con Serafín a la contienda por el distrito VII en la capital del estado.

Hace un par de años el entonces diputado local plurinominal soñó con ser candidato a la gubernatura, invirtió mucho en su imagen pero a la mera hora le dio miedo competir por lo que aún sin iniciar las campañas renunció a sus aspiraciones y puso a una marioneta como abanderado.

Ahora como la lista de pluris la encabeza una mujer, por orden del Tribunal Electoral de Tlaxcala, no les quedó de otra que meter a Serafín Ortiz a la contienda.

El asunto es que sus posibilidades de ganar se ven complicadas, en primera porque el reeleccionista Enrique Padilla viene trabajando desde hace mucho por mantener la curul y trae el apoyo de la alcaldesa capitalina Anabell Ávalos.

En segunda porque al interior del propio PAC hay enojos, no les gusta que en cada elección prioricen al clan Ortiz en lugar de darle juego a otros cuadros y es que además de Serafín, en esta ocasión también metieron a la “sobrina consentida”, Alejandra Ramírez Ortiz, como candidata en el segundo distrito federal y arropada por el PRD.

Rival a vencer

De las tres alianzas que disputarán los 15 distritos locales en julio próximo, la conformada por el PRI- PVEM- PANAL y PS es la que llega más unida, coordinada y fortalecida.

Por lo menos eso fue lo que se vio este sábado en el registro de candidatos en las instalaciones del ITE.

La coalición de tres partidos que en el papel encabeza Morena, llegó desfondada, desarticulada e improvisada, cada quien jala por su lado.

Los del Frente no se pueden ver ni en pintura, las traiciones y simulaciones están a la orden del día.

Luego de ver lo que pasó este fin de semana todo parece indicar que la alianza que encabeza el PRI se antoja como el rival a vencer, pues fueron los únicos que llegan, por lo menos en el papel, más coordinados, con candidatos y estructuras más sólidas.