Eso lo dijiste tu, no yo: Alcaldes lastimeros
21 de marzo - 2018

Por Alfredo González

Los conflictos y estallidos sociales en municipios que han sido un bochorno no sólo para las administraciones comunales, sino una raya más al tigre de la intolerancia, el desorden, sino una retorcida y perversa manipulación con fines electoreros, donde para variar los principales afectados son los propios pobladores, los de a pie que se ven afectados para satisfacer la imperiosa necesidad de desasosiego de parias que sólo ven en la violencia y la anarquía una ventana a ganancias personales.

Para nadie será nuevo el que se sepa o se rumore que tal o cual esta detrás de cada protesta, y es que al final del día, pese a quien le pese, cada perro tiene un dueño, y entiéndase que me refiero a las causas «honestas y ciudadanas» que convenientemente, y aunque lo nieguen, estallan en momentos precisos de efervescencia electoral.

Basta nada más con dar un vistazo a la radiografía estatal, momentos de tensión se han vivido en municipios donde queda más que claro que la autoridad municipal se ha quedado corta en la manera de gobernar y solucionar problemas, más corta en problemas de seguridad, y peor aún en cosas tan básicas como el diálogo y la conciliación.

No está demás recordar que los problemas en muchos de los casos han sido originados por la intolerancia y opacidad de los orgullosos ediles, quienes con su particular estilo de complicar la situación y atizar al fogón para acalorar aún más los ánimos… Son expertos en hacer valer la ley de Murphy, lo que puede salir mal podrá salir peor.

El brillante Caballero Yonca, paladín de Ixtenco es el mejor ejemplo de lo que «No debe hacerse», pues las brillantes ideas de este muchachon emanado del PES, son nada más y nada menos que la causal de que en días pasados se registrarán más de una veintena de heridos, varios de ellos graves, ocho patrullas dañadas, y horas de violencia en la población que confío en el para dirigirlos.

El novel decidió desatender la recomendación de agotar las vías del diálogo y la conciliación, de privilegiar las palabras sobre el garrote, y el resultado está a la vista, tanto así que tuvo que ser escoltado por un fuerte operativo de seguridad que le salvará el cuello, y como se esperaba, fue el gobierno del estado quien le salvo el cuello.

Ese, y casos como los que viven más municipios dejan en claro que la súper niñera en la que se ha convertido la Segob será una constante, pues aunque no les guste a que los ediles, su pifias son solucionadas por su guardiana de cabecera, una dependencia que de por sí tiene demasiados asuntos que atender, de los resultados… De esos luego hablamos.

Mal augurio, triste realidad

Para no variar, los conflictos sociales en municipios, sin distingo de color, están por recrudecer… Pues además de la época electoral que atraviesa el estado y el país, el descontento social por todo y por nada es una bomba de tiempo que le reventara en la cara a más de uno, no será extraño observar en las próximas semanas más de una alcaldía caiga presa del enojo y la ira, problemas que en serio nadie quiere ver, nadie pide pero aunque no nos agrade la idea, para muchos vivaces es necesario…