Cuerda floja
9 de marzo - 2018

Por Edgardo Cabrera

Si bien el ITE consintió que los diputados locales que busquen su reelección puedan separarse del cargo 60 días antes de la jornada electoral, lo cierto es que aquellos legisladores que lo hagan se enfrentarán al fantasma de la impugnación.

Nos enteramos que luego de que el miércoles el Consejo General del organismo aprobara los lineamientos para registro de candidatos, que incluye los plazos para solicitar licencia de diputados y servidores públicos, más de un actor político comenzó a frotarse las manos para tratar de tirar en la mesa las candidaturas de los reeleccionistas.

Y es que el marco federal establece que los servidores públicos deberán separarse del cargo 90 días antes de la jornada electoral, y ese plazo vence el 2 de abril entrante.

Ante las distintas interpretaciones de la ley y los lineamientos,  los 8 diputados que buscarán su reelección corren el serio riesgo de ser derrotados sin siquiera hacer campaña ya que los tribunales les podrían propinar un revés.

Ya veremos cuántos de ellos se la juegan y dejan correr el plazo de los 60 días con tal de seguir percibiendo sus dietas un mes más y aprovechar su posición para hacerse promoción.

Los posibles

De manera confirmada los diputados que buscarán su reelección y que ya tienen amarrada la candidatura son los priístas Enrique Padilla Sánchez, Arnulfo Arévalo Lara, Ignacio Ramírez Sánchez, y Eréndira Cova Brindis.

En la lista también aparece la panista Ortencia Mastranzo Corona, el perredista Adrián Xochitemo Pedraza, el petista Jesús Portillo Herrera, y el ecologista Fidel Águila Rodríguez.

En tanto que los que contenderán por un escaño federal son Guadalupe Sánchez Santiago del PAN, Sandra Corona Padilla del Panal, y Mariano González Aguirre del PRI, quienes al parecer no tienen mayor margen de maniobra por lo que tendrían que separarse a más tardar el 2 de abril.

No obstante también hay dudas de hacerlo ya que algunos como la panista Sánchez Santiago analiza la posibilidad legal de mantenerse en el cargo y a la vez contender por el escaño federal, algo que nos confirmó la noche del jueves en entrevista en el programa Mesa de Redacción.

Revés a los desconocidos

Tras la impugnación al proceso interno que presentaron Michelle Brito y Uriel Zenteno, dos desconocidos militantes priístas, la justicia no les dio la razón e incluso el CEN del PRI les dio una cachetada con guante blanco.

En el caso de la primera, el CEN autorizó, de todas las quejas infundadas que presentó, sólo la revisión de su examen de conocimientos realizado el pasado 30 de enero a través del Instituto Jesús Reyes Heroles.

Incluso, la Comisión Nacional de Justicia Partidaria ordenó a la Comisión Estatal de Procesos Internos desahogar en audiencia pública en la Ciudad de México, el pasado 7 de marzo, para la revisión del examen, donde tendría que haber llegado la quejosa, cosa que nunca sucedió.

Aún así sí se realizó la revisión y resultó que el resultado no varió, y le demostraron lo que ya era público, que Michelle reprobó el examen y que varios requisitos que estipulaba la convocatoria no los completó desde el inicio, por lo que oficialmente estaba impedida en buscar la candidatura en el segundo distrito.

Queda claro que lo de la ex funcionaria de la Oficialía Mayor de Gobierno no fue más que una llamarada de petate, una forma de chantajear y presionar al PRI, pues nunca tuvo el capital político ni el arraigo, ni el nivel para competir por una candidatura en el distrito con cabecera en Tlaxco, donde dicho sea de paso, ni siquiera vivía allá.

Habrá que esperar a que el Tribual resuelva dichas controversias, aunque de momento, el CEN del PRI ya les enmendó la plana.