Disputas plurinominales
20 de febrero - 2018

Por Fernando Tamayo

Previo al inicio de las campañas electorales -desde el punto de vista formal- se dieron a conocer por parte de los institutos políticos las listas que contienen los nombres de hombres y mujeres que integrarán el Congreso de la Unión desde el ámbito plurinominal, situación que obliga a la reflexión.

En primera instancia los candidatos plurinominales de cada partido político ha generado una serie de inconformidades al interior de cada instituto, situaciones que van desde la renuncia de varios militantes distinguidos, hasta la de encadenarse en su respectiva sede nacional para atraer reflectores.

Independientemente de los mecanismos que cada grupo o personaje político realicen para manifestar su inconformidad debemos tener en cuenta que la integración de estas listas evidencian las cuotas con la que se conducen aquellos que tienen el privilegio de vivir de la política.

Si ya la credibilidad de cada instituto político se encuentra lo suficientemente debilitada, al conocer a los personajes que serán ungidos como legisladores sin más mérito que el amiguismo y el compadrazgo, entendemos por qué los ciudadanos simplemente les da pereza la cosa pública.

Y es que en los listados de las distintas circunscripciones electorales podemos observar perredistas incluidos en el PAN, panistas representando a MORENA, líderes y ex líderes gremiales arropados por aquellos que dicen querer un cambio verdadero. En fin, una serie de manifestaciones claras de que a la clase en el poder solamente le interesa el poder mismo, sin importar ideologías, proyectos o plataformas de gobierno.

Para la gran mayoría de plurinominales el acceso a un escaño no importa, lo importante es acceder al poder por el poder mismo, independientemente de qué instituto político los impulse.

Bajo esta tesitura y teniendo en cuenta que el modelo democrático actual que prevé coaliciones y candidaturas comunes para que institutos políticos minoritarios puedan acceder al poder, valdría la pena revisar que tanto se hace necesaria la existencia de legisladores plurinominales teniendo en cuenta que la mayoría no representan más que a sus propios intereses o los de aquellos que los impulsaron. Al tiempo.

Desde la barrera

Y así como ocurrió en el plano nacional veremos qué acciones o berrinches realizarán aquellos personajes políticos locales que no se vean favorecidos con una “pluri”, por lo pronto tendrán, en principio, que designar en la primera posición a una mujer. Esta novela apenas empieza.

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