Del ligero avance del «yo mero» al precipicio de los prietos
15 de febrero - 2018

Por Mauricio Hernández Olaiz

Concluyeron las mal llamadas pre campañas a la presidencia que resultaron por demás aburridas, con unos contendientes más preocupados por lo que hace el de enfrente que por ocuparse de sus propios actos, con un AMLO marcando agenda y Anaya y Meade cuestionándola.

La única similitud de los tres aspirantes es su tremenda dependencia a las encuestas, una herramienta propagandística que solo tiende a mentirle al electorado y a confundirle aún más, pero que insisto, sigue sin medir lo más importante. Y es que con más frecuencia de la deseada aparecen estos estudios demoscópicos marcando al Tabasqueño como el puntero, en eso casi todas concuerdan, en lo que difieren todas es en la diferencia que le saca al segundo lugar y el nombre de quién ocupa esa casilla.

Pero haciendo un balance podemos decir que AMLO encabeza, le sigue Anaya- cerca o muy lejos- y atrás Meade Kuribreña, quién sin duda fue al que más le costó posicionarse, entre los propios priistas, y con la gente, la marca PRI es una loza monumental a la espalda de su candidato, pero además el ex titular de Hacienda debe lidiar todos los días con las metidas de pata de su dirigente nacional y de su propio benefactor; el presidente Peña.

Casi al cierre de la primera etapa de la campaña, por fin el cuarto de guerra tricolor pudo presumir un avance en redes, una tendencia en las mismas con el Hashtag “Yo MERO”, conseguido gracias a la enorme metida de pata de la coordinadora de campaña de López Obrador, Tatiana Clouthier, quién luego de que en su cuenta de Twitter Meade escribiera «México necesita un Presidente serio. Un profesional que sepa enfrentar los retos internos y externos, que garantice estabilidad económica y certidumbre jurídica.» Clouthier le respondió ¿A quién propone?.

En lugar de responder algo como, exacto describe usted a la perfección a Andrés Manuel López Obrador o algo por el estilo, mejor opta por preguntar ¿A quién propone?, dejando en claro que ni la propia coordinadora considera que su candidato cumple con los requisitos propuestos por Meade, por lo que opta por preguntar quién será ese mexicano de marras, la respuesta del “Yo Mero”, le permitió al lejano Priista crecer 2 puntos en tan solo unas horas, la respuesta tan mexicana cayó en gracia en el ánimo de un electorado acostumbrado a conformarse con muy poco.

Pero no acababan las celebraciones por el avance totalmente inesperado cuando abrió la boca Ochoa Reza, Meade enfrenta a dos enemigos y un traidor. El dirigente nacional del PRI, no contento con empañar la campaña de su aspirante al nombrar a muy cuestionado Rubén Moreira como secretario de organización del PRI y al no menos señalado Felipe Enríquez Hernández como secretario de Acción Electoral, se le ocurre hacerse el chistoso con una afirmación calificada de profundamente racista, y que nos muestra, específicamente, como el partido en el poder considera que hay mexicanos de primera, de segunda y hasta de tercera, y que el color de la piel tienen mucho que ver, “A los prietos de Morena les vamos a demostrar que son prietos pero ya no aprietan”, lo peor es que, luego de borrar el comentario de su cuenta de Twitter, lo justificó al asegurar que se refería solo a los Priistas que se habían pasado a Morena.

En solo dos minutos logró que los dos puntitos del “yo mero” se evaporaran por completo, incluso cayendo uno más, según el poderoso portal Oraculus.mx.

Así pues, el PRI pasó de un ligero avance por el “yo mero”, al precipicio de los prietos, aunque tampoco estaría de más decir al despeñadero, pues el propio presidente no abona, no apoya, no se calla. En un evento en Nogales Sonora, el primer mandatario expresó; hasta con profunda desesperación, que no entendía, no comprendía el porqué del “irracional” enojo social en su contra y el de su partido.

Si Enrique, seguro que has hecho muchas cosas buenas por México, pero en la balanza de la historia, las cosas malas siguen imponiéndose, son las que más se notan, porque nos duelen, nos provocan, nos lastiman, de nada sirve hacer algo muy bueno si a cambio nos regalas 15 malas.

De plano no olvidamos como garantizaste que bajarían la gasolina, el gas y la luz, solo con eso todas las cosas buenas, que no te cansas de enumerar, se van por tierra. Es como darle un dulce a un niño luego de 15 madrizas, no porque nos des una paleta te vamos a empezar querer, no le veo, no le encuentro lo irracional, salvo en tu comentario.

Esperemos que en la segunda etapa de campañas haya más sustancia, carnita, diríamos en la prensa, y por el bien de Meade, que Ochoa renuncie a su cargo, o por lo menos, que cierre la boca, y a Peña aunque no quiera, que baje la cortina, que ya cierre el changarro, a menos que en verdad quiera seguir jodiendo a México y a su candidato.

@olaizmau