Por José Luis Ahuactzin

Apenas corren 12 días de este 2018 y los incrementos vinieron en cascada desproporcionadamente a la canasta básica: combustibles, tarifa del transporte público y demás productos, pero para los partidos políticos no tendrán ni una sola preocupación porque en las campañas electorales gastarán 14 millones 68 mil pesos 64 pesos.

Una suma de dinero que se encuentra por arriba de presupuestos de dependencias del poder Ejecutivo, o bien de propios organismos autónomos, como el Instituto de Acceso a la Información o el Tribunal de Conciliación y Arbitraje.

Sin embargo, con presupuestos altos que, elección tras elección se derrochan, los partidos políticos no acabarán con el hartazgo social ni limpiarán su imagen tan desgastada en la sociedad.

Si bien este recurso podría ser utilizado para mejoramiento del sistema educativo, de salud o infraestructura social, la Constitución local y federal les garantiza la asignación de financiamiento y no hay poder humano que les retire la partida.

En Tlaxcala los partidos políticos tienen, de manera general un presupuesto de 62 millones 368 mil 401 pesos de 75 millones aprobados al organismo electoral ITE.

Es decir, que mientras exista crisis o no, los partidos políticos tienen asegurado su dinero para los 12 meses del año.

Tan sólo en la partida de financiamiento ordinario tendrán un gasto de 46 millones 893 mil 531 pesos; y en la de financiamiento de actividades específicas, es por 1 millón 406 mil 806 pesos, dinero que está garantizado para su gasto.

Con estas mismas conductas, más de lo mismo: simulación, mentira, lesión a la sociedad e insulto por las decenas de miles de pesos a despilfarrar, los partidos políticos seguirán en el descrédito y rechazo; que sólo aumenta la agresión e inseguridad.