Por Edgardo Cabrera

La oposición, por iniciativa de los diputados J. Carmen Corona y su hija Sandra, cumplieron su capricho de crear una ley para dotar uniformes escolares gratuitos a por lo menos 300 mil alumnos del nivel básico del estado.

No se trata más que de un proyecto electorero condenado al fracaso, ya que nunca precisaron de dónde y cómo será el mecanismo para obtener los recursos para la compra, así como el dinero que implicará la logística de su distribución (acaso imaginan que lloverá del cielo la ropa).

Los del Panal y la oposición privilegiaron la iniciativa, insisto electorera, sobre el financiamiento que se requiere para la reconstrucción y reparación de miles de escuelas que resultaron dañadas por el terremoto del pasado 19 de septiembre.

Lo cierto es que se trata de una ocurrencia, como otras tantas que han aprobado legislaturas anteriores en busca de ganar el voto, recordemos el fideicomiso económico a favor de los jóvenes impulsado hace una década por el PRD, el apoyo para mujeres embarazadas y personas de la tercera edad aprobado durante el sexenio de Héctor Ortiz, o la entrega de útiles escolares durante la administración de Mariano González.

Las leyes y su obligatoriedad existen y son vigentes, pero los recursos NO. Por eso año tras año nunca se incluyen esas partidas en el presupuesto porque, además, ni reglas de operación fueron creadas para su otorgamiento.

Una vez más, se trata de darle atole con el dedo a la población. Eso sí, inmediatamente empezaron con su propaganda vendiendo la idea de que consiguieron algo que en los hechos no tendrá recursos, bueno, a menos que los diputados sean tan generosos de renunciar a sus dietas y millonarios recursos de gestión y excedentes del presupuesto para financiarlo.

El yerno consentido

Nos enteramos que una legisladora federal trató de sorprender a un alcalde perredista a quien le quiso imponer constructora para la ejecución de una obra pública que supuestamente gestionó a favor del municipio.

Resulta que ante la liberación de los recursos por parte de Finanzas del estado, ni tarde ni perezosa se apersonó en la comuna y le dijo al presidente que la empresa de su yerno sería la encargada de aplicar el fondo federal.

Sin embargo el edil en cuestión rechazó la exigencia toda vez que el fondo, del que reclamaba la autoría de la gestión, resultó que fue producto del cabildeo de un dirigente partidista y no de la señora legisladora.

La negativa provocó la irá de la colmilluda política, ex aspirante a la gubernatura y dueña de una fundación asentada en la capital del estado que utiliza para lucrar con la salud de los más necesitados.

¿Sabrán algo doña Lore y Miguelito el edil de la cuna de los sarapes?

Reyes Magos

Día y noche se la vivieron en la Cámara de diputados varios presidentes municipales y gestores en pos de recursos para el 2018.

Fue una semana pesada, nos cuentan, implorando por algunos miles de pesos para ejecutar obra en sus municipios ya que los fondos que se les etiquetan por ley solamente les alcanzan para gasto corriente, pago de laudos y uno que otro modesto proyecto, de ahí la urgencia de partidas extraordinarias.

Preocupa que cada año ocurra lo mismo, sabemos, y es del dominio público, que los moches y los compromisos estuvieron a la orden del día y que por cada mil pesos se comprometieron en muchos casos a ceder 100 a su benefactor o, como cite anteriormente, acceder a la entrega de obras públicas para las constructoras de los legisladores.